El príncipe Carlos pierde popularidad

La popularidad del príncipe Carlos de Inglaterra ha caído en picado a raíz de una serie de escándalos que tuvieron como resultado la dimisión, la semana pasada, de su asistente y confidente personal, Michael Fawcett. El Príncipe se apoyaba en Fawcett para organizar su vida pública y privada, recurriendo incluso a sus servicios para poner pasta dentífrica en su cepillo de dientes y deshacerse de los muchos regalos que el heredero de la Corona británica consideraba prescindibles. La dependencia entre señor y sirviente alarmó también a la difunta Diana, según las últimas reve...

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La popularidad del príncipe Carlos de Inglaterra ha caído en picado a raíz de una serie de escándalos que tuvieron como resultado la dimisión, la semana pasada, de su asistente y confidente personal, Michael Fawcett. El Príncipe se apoyaba en Fawcett para organizar su vida pública y privada, recurriendo incluso a sus servicios para poner pasta dentífrica en su cepillo de dientes y deshacerse de los muchos regalos que el heredero de la Corona británica consideraba prescindibles. La dependencia entre señor y sirviente alarmó también a la difunta Diana, según las últimas revelaciones de la prensa londinense. A mediados de los noventa, la princesa de Gales grabó, al parecer, 16 cintas de vídeo en las que abordaba aspectos de su convivencia matrimonial, su relación con la reina Isabel y otros explosivos asuntos de palacio. Los vídeos, que formaban parte de una terapia para ganar autoestima, fueron descubiertos por la policía en el domicilio de su último mayordomo, Paul Burrell. En el fallido juicio contra Burrell, el pasado otoño, no hubo referencias al contenido de estas cintas que, aunque siguen sin divulgarse, los rotativos describen como "dinamita". El príncipe Carlos se enfrenta así a otro potencial escándalo que puede arruinar su dedicado esfuerzo por mejorar su imagen pública desde la muerte de Diana. Antes incluso de que estallen las "cintas dinamita", el heredero está perdiendo la confianza de los británicos. Los resultados de un sondeo publicado el fin de semana señalan que sólo el 42% de los encuestados aprobaría la coronación de Carlos, frente al 58% un año atrás. Tan sólo un 39% piensa que Carlos sería un buen rey, y el 32% se declara partidario de que su hijo Guillermo suceda directamente a la reina Isabel II.-

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