Crónica:FÚTBOL | Liga de Campeones

Homenaje al fútbol

Gran partido en Amsterdam entre el Valencia y el Ajax, que se reparten los puntos y dejan abierta la clasificación

En partido espléndido, de una constante ida y vuelta, el Valencia dejó ayer abiertas en Holanda las puertas de la clasificación a expensas de lo que haga el miércoles en Mestalla ante el Arsenal. Debe ganar. Jugó una hora estupenda, de lo mejor de la temporada, pero un nuevo despiste defensivo tras el saque de un córner lo llevó a sufrir mucho más de lo que habría merecido. La segunda parte fue del Ajax, que abrió mucho el campo, se lanzó a un ataque a la holandesa y sacó chispas de la zaga valencianista, recuperada de su anterior fallo. Fue emocionante el desgaste de ambos conjuntos, que lo i...

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En partido espléndido, de una constante ida y vuelta, el Valencia dejó ayer abiertas en Holanda las puertas de la clasificación a expensas de lo que haga el miércoles en Mestalla ante el Arsenal. Debe ganar. Jugó una hora estupenda, de lo mejor de la temporada, pero un nuevo despiste defensivo tras el saque de un córner lo llevó a sufrir mucho más de lo que habría merecido. La segunda parte fue del Ajax, que abrió mucho el campo, se lanzó a un ataque a la holandesa y sacó chispas de la zaga valencianista, recuperada de su anterior fallo. Fue emocionante el desgaste de ambos conjuntos, que lo intentaron hasta el último suspiro. Hasta el último resuello. Arriba y abajo. Por todas las parcelas del campo. Un gran homenaje al fútbol.

AJAX 1 - VALENCIA 1

Ajax: Lobont; Trabelsi, Pasanen, Chivu, O'Brien; Pienaar, Galasek, De Jong (Van der Meyde, m. 45), Maxwell; Van der Vaart; y Zlatan.

Valencia: Cañizares; Réveillère, Ayala (Marchena, m. 87), Pellegrino, Carboni; Rufete, Albelda, Baraja, Kily González; Aimar (Sánchez, m. 82); y Carew (Mista, m. 63).

Goles: 0-1. M. 28. Kily González, de penalti, señalado tras un agarrón de Galasek a Rufete.

1-1. M. 56. Pasanen cabecea a gol solo y a escasos metros de Cañizares.

Árbitro: Lubos Michel. Amonestó a Kily González, Van der Vaart, Baraja, Pienaar, Cañizares, Pellegrino y Chivu.

Unos 50.000 espectadores en el estadio Amsterdam Arena. Quinto partido de la segunda fase de la Liga de Campeones. Grupo B. El Valencia debe ganar la próxima semana al Arsenal en Mestalla para pasar a cuartos.

El Valencia recibió el gol tras un nuevo despiste defensivo después del saque de un córner
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Se le podrán reprochar muchas cosas al Kily González: desobediencia irracional a las órdenes de arriba, carácter endemoniado y todo eso. Vale. Pero, llegado el momento de la verdad, nunca se esconde. Le sale esa vena arrabalera que permite a su equipo ponerse como un tiro, difícil de alcanzar por cualquier rival. Hubo dudas sobre su alineación o la de Vicente, pero a los cinco minutos se entendió la decisión del técnico. El interior zurdo argentino salió a comerse el mundo, con su mejor fútbol eléctrico. Buscó todo tipo de paredes con su compatriota Aimar y, llegado el momento, pidió la pelota cuando nadie la quería. O sea, en el penalti que señaló el árbitro a favor del Valencia. Acarició el balón, lo acomodó en el punto de penalti y lanzó un violento zurdazo que superó por la potencia la estirada del meta Lobont, que había adivinado la dirección del disparo. Muchos meses hacía que Kily no vivía un momento como éste, así que le celebró enloquecido buscando una escasa hinchada que apenas se vislumbraba en el quinto pino. Después de que una grave lesión de tobillo frustrara en el mercado de invierno su marcha de Mestalla, Kily recuperó ayer parte de su maltrecho prestigio. Un minuto después del penalti, pareció lesionarse tras un mal giro, pero cualquiera lo sacaba del campo en ese estado de excitación. Benítez, no, desde luego.

Bien es cierto que estuvo muy bien acompañado por el resto del equipo. El Valencia se vistió de naranja, precisamente en Holanda, para estar acorde con el espectacular colorido del partido. La primera parte fue magnífica. Llena de intensidad y alternativas. Eran más las del cuadro de Benítez, muy bien puesto en el campo, como si lo conociera palmo a palmo. Con casi todos sus jugadores enseñando su mejor costado. Especialmente Rufete y Baraja. El interior derecho sirvió dos pases magistrales: el primero dejó solo a Carew, que remató a los pies de Lobont, y el segundo al lateral Réveillère, que jugó con una formidable elegancia, acorde con el escenario.

En cuanto a Baraja, simplemente se comió a De Jong en el primer periodo y Koeman hubo de rascar en el banquillo para que Van der Meyde le diera réplica al vallisoletano. Y, en efecto, Van der Meyde, un buen extremo derecho, se le clavó al Valencia por ese costado. Por si acaso, Albelda, tan añorado el sábado ante el Atlético, barría todo que se les escurría a los demás.

Se las prometía muy felices el Valencia hasta que, de golpe, se le aparecieron otra vez los fantasmas de la estrategia. Esos que han entrado en el equipo de Benítez, sin que nadie sepa por dónde, en los cuatro últimos partidos. Una confusión entre Ayala y Cañizares envió el balón a córner. Lo sacó en corto el Ajax sin que los valencianistas se dieran por aludidos. Siguieron estáticos en su propia cueva, no salió la defensa y la consecuencia resultó fatídica: gol de Pasanen, completamente solo frente a Cañizares. Un nuevo lapsus defensivo arruinó un trabajo extraordinario.

Picado en su orgullo, Baraja trató de levantar a su equipo con un gran disparo que salvó Lobont a una sola mano. A estas alturas, el Ajax estaba muy crecido y Koeman había decidido jugar con dos extremos muy abiertos (Maxwell por la izquierda y Van der Meyde por la derecha) que inclinaron el partido de su lado. Sobre todo porque Rafael Van der Vaart anduvo muy inteligente en la media punta. Lo mismo que Kily en el otro bando. Nadie sacó la bandera blanca.

Carboni y Kily, del Valencia, junto a Pienaar.REUTERS

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