FÚTBOL | Liga de Campeones

Zlatan, el niño malo andés

El sueco, polémico y rebelde, lidera el ataque hol

"Zlatan es un buen delantero para tener tan pocas cualidades. O es un mal delantero para tener tan buenas cualidades". En uno de esos juegos verbales que tanto le gustan, Johan Cruyff inventó esta frase la semana pasada para criticar al delantero centro sueco del Ajax tras el partido frente al Arsenal (0-0). Que diga eso Cruyff, el mejor jugador de la historia del club holandés, es para hundir a cualquiera. O para que salga adelante. Dependerá del carácter del aludido y eso precisamente no parece faltarle a este grandullón de 21 años que mide 192 centímetros, pesa 84 kilos y es la gran esperan...

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"Zlatan es un buen delantero para tener tan pocas cualidades. O es un mal delantero para tener tan buenas cualidades". En uno de esos juegos verbales que tanto le gustan, Johan Cruyff inventó esta frase la semana pasada para criticar al delantero centro sueco del Ajax tras el partido frente al Arsenal (0-0). Que diga eso Cruyff, el mejor jugador de la historia del club holandés, es para hundir a cualquiera. O para que salga adelante. Dependerá del carácter del aludido y eso precisamente no parece faltarle a este grandullón de 21 años que mide 192 centímetros, pesa 84 kilos y es la gran esperanza del fútbol sueco: por sus movimientos coordinados y su buena técnica se le ha comparado con Kanu e incluso con Marco Van Basten, si bien en el Ajax todavía no ha dado lo que se le suponía. "Nunca dudamos de sus habilidades, pero debe aprender lo que supone ser el 9 del Ajax", ha dicho Ronald Koeman.

Su breve pero intensa trayectoria está salpicada de episodios irracionales y de muestras de un temperamento caliente. Ya en su club de origen, el Malmö, fue expulsado de un entrenamiento, en 1995, por pelearse con los porteros Fedel y Baxter; en octubre de 2001 fue sancionado con cinco partidos por agredir con el codo al defensa del Groningen Shoenmakers; y, en diciembre pasado, se enzarzó en el vestuario con su amigo Mido, el egipcio que está a punto de ir al Celta. Éste le lanzó unas tijeras y Zlatan las esquivó por escasos centímetros.

La confusión con su nombre procede de su pretensión de que le llamaran Ibrahimovic en honor a su padre, pero los aficionados del Ajax se negaron y siguen llamándole Zlatan. El cazatalentos y técnico del Arsenal, Arsène Wenger, ya advirtió sus posibilidades cuando, en 2000, se presentó en el Malmö y le ofreció al chico, entonces de 19 años, una camiseta con su nombre y el número 9 a la espalda. Seguramente a Zlatan le hizo mucha ilusión la zamarra, pero dijo que la oferta del Arsenal era "insultante". "Wenger quería que estuviera a prueba en el Arsenal, y yo no hago pruebas", indicó. Así que se esperó hasta que, un año después, el Ajax, a instancia de Leo Beenhacker, pagó por él al Malmö 7,8 millones de euros.

Desde la época del colegio, Zlatan tiene fama de niño malo. Y ahora, fiel a esta reputación y pese a tratarse de un delantero, encabeza la lista de faltas cometidas en la Liga de Campeones: 34. Eso no le resta popularidad en su país, donde en 2002 fue elegido la personalidad del año en el deporte.

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