Reportaje:

Un hombre de altura

El escalador británico Chris Bonington explica en Alicante sus hazañas en el Everest y otras cumbres del Himalaya

Su vida son las montañas, y su razón de ser, escalarlas. Cuanto más alta mejor, y cuanto más difícil más atractiva. Chirs Bonington es una leyenda viva del himalayismo. Pionero en la ascensión de grandes cumbres, impulsó y dirigió la primera escalada a una cima difícil sobre una montaña de más de 8.000 metros de altura: la sur de Annapurna (Nepal). Entre sus logros figura también haber logrado conquistar la vertiente más complicada y deseada del Everest: la cara sureste.

Chris Bonington explicó ayer en el aula de Cultura de la CAM de Alicante algunas de sus hazañas más importante...

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Su vida son las montañas, y su razón de ser, escalarlas. Cuanto más alta mejor, y cuanto más difícil más atractiva. Chirs Bonington es una leyenda viva del himalayismo. Pionero en la ascensión de grandes cumbres, impulsó y dirigió la primera escalada a una cima difícil sobre una montaña de más de 8.000 metros de altura: la sur de Annapurna (Nepal). Entre sus logros figura también haber logrado conquistar la vertiente más complicada y deseada del Everest: la cara sureste.

Chris Bonington explicó ayer en el aula de Cultura de la CAM de Alicante algunas de sus hazañas más importantes. El carismático escalador británico resumió su filosofía de vida, y explicó qué es lo que les motiva a escalar. "Hay una dosis inevitable de placer físico, como en cualquier otro deporte, pero el factor riesgo, el peligro al que nos enfrentamos también influye", dijo el veterano deportista. "Luego está la belleza de los paisajes cuando conquistas la cima y, por supuesto, el deseo de explorar nuevas rutas y encontrar caminos nuevos. Por último, la recompensa de la amistad que se fragua entre los miembros de cada expedición". La Corona británica le concedió por su numerosas hazañas montañeras el título real de Sir.

Ayer, en Alicante, dentro del ciclo de conferencias que organiza la CAM La llamada de la montaña, Chris Bonington recordó algunas de sus aventuras. "Quizá el logro más importante fue conquistar la cara sueste del Everest; fue una expedición compleja; antes otros grupos lo intentaron y fracasaron", recordaba satisfecho el escalador británico, que guarda gratos recuerdos de sus excursiones escalando cimas de 6.200 metros en el Himalaya indio, así como de sus expediciones acumuladas a lo largo de estos años. Con la experiencia como principal aval, Chris Bonington explica que en la escalada, como en otros muchos ámbitos de la vida, "lo importante es mantener el equilibrio, y no caer en el afán de la fama; si buscamos sólo el reconocimiento, podemos morir en el intento", advirtió este profesional del alpinismo.

Sobre las nuevas generaciones de jóvenes dispuestas a conseguir subir el mayor número de cimas posibles en el menor tiempo posible, Bonington tiene una opinión muy clara: "Hay personas que buscan sólo récords y premios; para mí son gestas estériles, además repiten rutas existentes", declaró el escalador, quien explicó que en su opinión lo importante es la exploración, conseguir nuevas metas en cada excursión". De cara al futuro, Chris Bonington reconoce que en escalada "quedan muchos retos; tenemos cientos de caras por escalar y picos por conquistar". En los años cincuenta y sesenta, las expediciones se centraron en los Alpes suizos, y ahora el objetivo de la mayoría de grupos es el Himalaya.

"Aquí, en España, tienen la suerte de vivir en el país más rocoso de Europa", comentó el escalador británico, que reconoce que durante los últimos años han surgido nuevas generaciones de escaladores con talento y que están colocándose en la vanguardia del alpinismo.

"El compromiso y la determinación de los jóvenes es mejorar, cada generación aprende algo nuevo de la otra anterior", asegura el escalador, que también es uno de los escritores de montaña más prolíficos. Bonington era ya un alpinista de élite en la década de los cincuenta, tras sus primeras ascensiones de la Torre Paine en Patagonia o el trágico y complejo pilar de Fréney (Mont Blanc) en los Alpes.

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El ciclo de conferencias de la CAM contará el viernes 14 de marzo con otra figura en el mundo de la escalada: Maurice Herzog, el primer hombre que alcanzó los 8.078 metros, en la cumbre del Annapurna (Nepal) en 1950. El escalador francés, nacido en Lyón en 1919, destinó sus primeros ahorros, cuando estudiaba, a comprarse un piolet.

Durante el descenso de esta cumbre el piolet fue como una tercera pierna, sobre todo cuando perdió los dedos de la manos, y estuvo a punto de perder los de los pies por congelación. "Este piolet es más que un utensilio, es parte de mí mismo, una prolongación de mi vida". Es, según sus palabras, su tercera pierna.

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