AJEDREZ

Dominación

Estudio de H. Rinck. 1906.

En el lenguaje de la composición ajedrecística se llama dominación a la coyuntura en la cual las piezas de uno de los bandos controlan totalmente a sus similares adversarias impidiéndoles toda jugada útil. En la muy verosímil situación que reproduce el diagrama, el genial compositor Henry Rinck desarrolla un excelente modelo de dominación; ambas piezas negras terminan, por medios forzosos, en una lamentable posición. La secuencia da comienzo con 1 Db1! Se amenaza 2 Db5 j., Rd4 / 3 Dd5 mate, y la dama de h7 no está en condiciones de cubrir esa amenaza; s...

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Estudio de H. Rinck. 1906.

En el lenguaje de la composición ajedrecística se llama dominación a la coyuntura en la cual las piezas de uno de los bandos controlan totalmente a sus similares adversarias impidiéndoles toda jugada útil. En la muy verosímil situación que reproduce el diagrama, el genial compositor Henry Rinck desarrolla un excelente modelo de dominación; ambas piezas negras terminan, por medios forzosos, en una lamentable posición. La secuencia da comienzo con 1 Db1! Se amenaza 2 Db5 j., Rd4 / 3 Dd5 mate, y la dama de h7 no está en condiciones de cubrir esa amenaza; si 1... Df7 / 2 Da2 j. ganaría la dama. Empero, la defensa cuenta con 1... Rd4. Ahora ningún jaque es conducente y las negras están amenazando 2... D - e4 j. Por ello, la siguiente jugada es extraordinaria: 2 Db3!!, amenazando 3 Dd5 mate. Las negras disponen de 2... D - e4 j., pero luego de 3 Rd6! comienza la debacle. Es notable que, teniendo sus dos piezas perfectamente centralizadas, la defensa tenga que llegar a lo que llega. Las blancas están amenazando 3 Dc3 mate y la dama negra debe retirarse sin dejar de cubrir 4 Dd5 mate, lo que sólo puede hacerse sobre la gran diagonal; y hay sólo una casilla que le permite no ser capturada de inmediato: 3... Da8. Observe el lector que las casillas f3, d5, c6 y b7 son inaccesibles, y que si 3... Dg2, o 3... Dh1 / 4 Dc3 j., Re4 / 5 Dc6 j. gana la dama. Ahora comienza la dominación sobre el rey: 4 De3 j., Rc4 / 5 Dc3 j., Rb5 / 6 Db3 j., Ra6 (o se pierde la dama) / 7 Da4 j., Rb7 / 8 Db5 j. y si 8... Rc8 / 9 Dd7 j. y mate a la siguiente. Queda sólo jugar 8... Ra7 y la dominación se completa con 9 Rc7, con mate inevitable.