Crónica:FÚTBOL | Semifinales de la Copa del Rey, partidos de vuelta

El Recreativo toca el cielo ante Osasuna

El conjunto andaluz se mete en la final por vez primera en su historia

El Recreativo, el decano del fútbol español, el colista de la Primera División, que en sus 114 años de vida no ha alcanzado ninguno de los títulos grandes, logró ayer la gesta más histórica de su existencia, al meterse en la final de la Copa del Rey, lo que nunca había hecho. Empató a dos goles en Pamplona remontando el poderoso inicio de su rival, Osasuna, y sacó oro del 2-0 con el que finalizó el partido de ida en Huelva, que anoche se paralizó para ver a su equipo por la televisión y donde , certificada la clasificación, se produjo una impresionante explosión de júbilo.

Osasuna tiró ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Recreativo, el decano del fútbol español, el colista de la Primera División, que en sus 114 años de vida no ha alcanzado ninguno de los títulos grandes, logró ayer la gesta más histórica de su existencia, al meterse en la final de la Copa del Rey, lo que nunca había hecho. Empató a dos goles en Pamplona remontando el poderoso inicio de su rival, Osasuna, y sacó oro del 2-0 con el que finalizó el partido de ida en Huelva, que anoche se paralizó para ver a su equipo por la televisión y donde , certificada la clasificación, se produjo una impresionante explosión de júbilo.

Osasuna tiró la mejor oportunidad de entrar por méritos propios en la historia de la Copa, donde ya está su rival. Con un brillante primer periodo, la presión acabó pasando factura al conjunto navarro y aupó al Recreativo a la cima del fútbol español. Los locales pudieron machacar a los onubenses pero otra vez, y ya son demasiadas en esta temporada, se asustaron de su propio poderío y regalaron el encuentro cuando todas las circunstancias le eran favorables, con aquel 2-0 que enseñaba el marcador antes del descanso.

OSASUNA 2 - RECREATIVO 2

Osasuna: Unzué; Josetxo (Morales, m. 60), Mateo, Cruchaga, Antonio López; Puñal (Brit, m. 60), Palacios (Muñoz, m.77); Rivero, Rosado, Moha; y Aloisi.

Recreativo: Luque; Merino, Iker Begoña, Loren, Pernía; Javi García, Benítez, Camacho, Viqueira (Espínola, m. 77); Bermejo (Raúl Molina, m. 90) y Xisco (Arpón, m. 82).

Goles: 1-0, M. 24. Triangulación dentro del área entre Rosado, Rivero y Aloisi que culmina éste último.

2-0. M. 43. Moha, de tiro lejano, consigue batir a Luque.

2-1. M. 47. Xisco se escapa solo por la izquierda y marca de vaselina.

2-2. M. 52. Benítez marca ante la pasividad defensiva de Osasuna.

Árbitro: Carmona Méndez. Amonestó a Moha, Rivero y Muñoz.

Unos 17.000 espectadores en El Sadar. El Recreativo se clasifica para la final de la Copa del Rey, lo que consigue por primera vez en su historia, por el tanteo global de 4-2.

Osasuna puede jugar contra rivales superiores, ahí está su victoria ente el Real Madrid en la Liga, pero es incapaz de enfrentarse a equipos de su talla. Cuestión de miedo y de dudas. Cuestión, en fin, de una alarmante falta de concentración en los minutos decisivos. Es el sino de un equipo que puede aspirar a mucho más y que a la postre no da más de sí.

Los navarros dominaron el encuentro de cabo a rabo y tuvieron que bregar desde el primer minuto con las continuas pérdidas de tiempo de los onubenses, lo que no debió sorprenderles. La táctica de Alcaraz de ralentizar el juego hasta desesperar a los rojillos no surtió efecto en ese inicio. Al contrario, encendió aún más a la afición navarra.

La comunión entre el público y sus futbolistas no pudo ser mayor. La gente pedía lucha y garra y los jugadores se entregaron. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, los de Aguirre dispusieron de todas las ocasiones de gol que en El Sadar se vieron y pudieron irse al descanso con un resultado de escándalo, superior incluso al 2-0, si las intervenciones de Luque y el mal estado del terreno de juego no lo hubiesen impedido. Pero esto sólo duró cuarenta y cinco minutos.

Todo iba saliendo a pedir de boca hasta que el joven delantero Xisco decidió meterse en el partido y arrastrar con él a toda su escuadra. El vivaz jugador onubense acabó con el letargo de su equipo durante la primera parte. En cinco minutos armó la revolución y mostró las vergüenzas de la zaga rojilla una y otra vez. El descanso sentó fatal a los navarros, quienes, tal vez deslumbrados por su propio papel y cegados por el brillo de la final, despreciaron al conjunto rival.

Xisco se permitió hasta avisar. Cincuenta segundos de la segunda mitad se llevaban y la sombra de la eliminación se cernió sobre los rojillos. No tardaron en confirmarse estas malas impresiones, porque un minuto después era el propio Xisco el que sentenciaba a Osasuna. Las esperanzas se disiparon cuando cinco minutos después Bermejo se convertía en el verdugo de los locales. La defensa y el portero navarro se encontraron con dos jugadas de fútbol clásico, contragolpes y pases de toda la vida, pero no supieron cómo reaccionar.

Alcaraz se consagró en Pamplona como un gran estratega y su club se olvidó de todos los fantasmas que le acompañan en la Liga. La recuperación de este equipo es asombrosa. Es capaz de vencer al Atlético, al Atlethic y de plantarse en la final de la Copa como el que pasa por allí, sin dinero, ni nombres, ni estrellas consagradas. Sólo trabajo y concentración. Concentración que le faltó a un Osasuna que, además, no supo materializar las pocas oportunidades de las que dispuso en el segundo tiempo. Ni la entrada de Brit y Morales, dos delanteros con todas las de la ley, reanimó al equipo, en estado de shock tras la remontada del Recreativo.

El equipo se rompió definitivamente en dos líneas y los onubenses dispusieron de un claro contragolpe que les hubiese permitido llevarse hasta la victoria. Pero los de Alcaraz estaban felices con aquel resultado que les mete en la historia del fútbol español. El Recreativo ya había dispuesto una muralla infranqueable delante de su portería y olvió el ataque, centrando toda su labor en guardar su portería imbatida. Así consiguió, por fin, 114 años después, tocar el cielo.

Espínola y Pernía se abrazan tras el partido.EFE

Archivado En