FÚTBOL | La jornada de Liga

Baraja, el único insustituible

No hay duda. El tesoro del Valencia es su plantilla. Tiene suplentes notables para todos los puestos: desde el primero (Palop cubre con solvencia las ausencias cada año del meta Cañizares) hasta el último (Mista, que ayer marcó su sexto tanto en la Liga, suple con otras armas a Carew). ¿Para todos?

No hay sustituto para Baraja, según admite el propio técnico valencianista, Rafa Benítez. Y es que resulta muy difícil encontrar a alguien que meta ese fantástico pase de 35 metros que originó el primer gol de Angulo, que marcó su cuarto tanto en la Liga después de superar una lesión de ro...

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No hay duda. El tesoro del Valencia es su plantilla. Tiene suplentes notables para todos los puestos: desde el primero (Palop cubre con solvencia las ausencias cada año del meta Cañizares) hasta el último (Mista, que ayer marcó su sexto tanto en la Liga, suple con otras armas a Carew). ¿Para todos?

No hay sustituto para Baraja, según admite el propio técnico valencianista, Rafa Benítez. Y es que resulta muy difícil encontrar a alguien que meta ese fantástico pase de 35 metros que originó el primer gol de Angulo, que marcó su cuarto tanto en la Liga después de superar una lesión de rodilla y dos meses de baja. Como tampoco es fácil hallar a alguien que le golpee el balón como lo hizo Baraja en el lanzamiento de falta del tercer gol: esa majestuosa curva que salvó la barrera y al portero Etxeberria. Lógico que Baraja sea el jugador del Valencia con más minutos a sus espaldas (1.589), sin que el técnico pueda darle el descanso que merecería.

Ayer descansaron Aimar, Albelda, Pellegrino, Vicente, Rufete y John Carew, reservados para el choque del miércoles ante el Roma en Mestalla. Es decir, que el Valencia tuvo a remojo a medio equipo titular que ganó el pasado martes en Italia por primera vez en la historia del club valenciano. Todas las líneas tocadas ayer en Vallecas y, sin embargo, Sánchez, De Los Santos, Marchena, Kily González, Angulo y Mista actuaron como si lo hicieran cada domingo. O mejor. Benítez ha creado una competitividad tal en el vestuario que al que se queda fuera del equipo le sale espuma por la boca: está loco por volver a entrar.

Tan sobrado se vio Benítez que hizo debutar a Dorothée, un juvenil francés que ya era suplente de Réveillère en el Rennes, de donde ambos proceden.