'La Fonteta' se queda pequeña

El Pabellón de la Font de Sant Lluís, conocido popularmente como La Fonteta, se quedará pequeño del 20 al 23 de febrero, cuando se disputa en Valencia la 67ª edición de la Copa del Rey de baloncesto. El recinto albergará una competición que ya acogió en 1999, pero esta vez las previsiones se han desbordado. La Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) ha recibido más de 650 peticiones de acreditaciones de periodistas, pero ha tenido que denegar cerca de 150 debido a que el pabellón no puede dar cabida a todos. A Valencia viajarán medios de Argentina, Uruguay, Yugoslavia, Italia y Bulgari...

El Pabellón de la Font de Sant Lluís, conocido popularmente como La Fonteta, se quedará pequeño del 20 al 23 de febrero, cuando se disputa en Valencia la 67ª edición de la Copa del Rey de baloncesto. El recinto albergará una competición que ya acogió en 1999, pero esta vez las previsiones se han desbordado. La Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) ha recibido más de 650 peticiones de acreditaciones de periodistas, pero ha tenido que denegar cerca de 150 debido a que el pabellón no puede dar cabida a todos. A Valencia viajarán medios de Argentina, Uruguay, Yugoslavia, Italia y Bulgaria, entre otros países, además de ojeadores de la NBA en busca de jóvenes talentos.

Y si la prensa tiene problemas, muchos más los aficionados. El Pamesa, anfitrión de la Copa, puso a la venta 4.300 abonos, agotados en pocos días, y el lunes pasado la ACB ofreció varios centenares de pases más que apenas duraron 20 minutos en los centros comerciales. La expectación en Valencia aumenta por el buen momento del Pamesa, líder de la ACB.

La Fonteta tiene una capacidad para 8.353 espectadores y acoge los encuentros nacionales y europeos del Pamesa, Ros Casares y Vijusa. "Llenaríamos un recinto para 15.000 personas, como la Plaza de Toros. Mucha gente se ha quedado sin abonos", afirmó ayer Lluís Muñoz, director general del Pamesa. Valencia carece de grandes instalaciones deportivas para acontecimientos de este tipo, y varios equipos de los ocho asistentes a la Copa se entrenarán en el Pabellón Universitario.

Los técnicos revolotean ya estos días por La Fonteta para estudiar la instalación de las líneas telefónicas, y las necesidades de las televisiones y radios. En el exterior, la fachada sufre pequeños retoques. El pabellón cumplió anteayer 26 años desde su inauguración, y aunque nació como una instalación para la práctica del atletismo, tiene desde hace 20 años la consideración de pabellón de deportes.

Aparte de los partidos y entrenamientos de equipos profesionales, La Fonteta acoge en sus salas actividades deportivas de 17 federaciones, como las de esgrima, tenis de mesa, halterofilia, bailes de salón, ajedrez, tiro con arco, yoga, taichí o judo, además de deportes adaptados. "El pabellón está saturadísimo, y no sólo por el deporte profesional. También es una cancha municipal, y algunas noches se juegan partidos de equipos de barrio", explica Francisco Igual, director del recinto. La disputa de la Copa del Rey la próxima semana alterará el funcionamiento normal del pabellón. "Hay que molestar al pequeño usuario, limitar sus actividades o incluso suprimirlas temporalmente", añade Igual, que asegura "tener problemas para ubicar a la prensa". "No hay recinto para todas las unidades móviles de televisión, vienen 14 cadenas".

Paralelamente a la Copa, el Pamesa presentó ayer un conjunto de actividades para que "Valencia marque un hito en el baloncesto, un antes y un después". "Queremos que sea la mejor organizada y sonada de la historia", dijo ayer Lluís Muñoz. La Universidad Politécnica acogerá concursos, juegos y torneos, se celebrará un clínic de entrenadores, las peñas jugarán un campeonato entre ellas, y el día de la final, el domingo 23, se cocinará una paella gigante y se disparará una mascletà. El Pamesa repartirá este sábado, en el encuentro ante el Estudiantes, 8.000 camisetas conmemorativas de la Copa e instalará durante el torneo un panel con fotos históricas. Los equipos tendrán puntos de venta de sus productos, y los aficionados podrán acudir a una carpa de 300 metros cuadrados o probar suerte en una canasta gigante con una lanzadera desde 40 metros.

Todo listo, pues, para la gran fiesta del baloncesto en La Fonteta. Aunque el director del pabellón bromea: "Espero que no se vaya la luz".