Los noruegos Babel Fish presentan su nuevo disco

Jóvenes y exitosos, el cuarteto noruego Babel Fish está estos días en España promocionando su segundo disco, Coming up for air, lleno de estampas de pop elegante y rock no exento de crudeza, del que, en un alarde de humor del norte, su vocalista Tarjei Vans Ravens afirma que les sitúa a medio camino entre "A-Há y Gluecifer". Lo demostraron el jueves en directo en una pequeña sala madrileña.

A Tarjei le acompañan Halvor Holter, teclista, Odd Jensen batería, y Simon Malm, bajo, los cuatro que sorprendían en su país natal en 1997, cuando las radios popularizaron la maqueta de su can...

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Jóvenes y exitosos, el cuarteto noruego Babel Fish está estos días en España promocionando su segundo disco, Coming up for air, lleno de estampas de pop elegante y rock no exento de crudeza, del que, en un alarde de humor del norte, su vocalista Tarjei Vans Ravens afirma que les sitúa a medio camino entre "A-Há y Gluecifer". Lo demostraron el jueves en directo en una pequeña sala madrileña.

A Tarjei le acompañan Halvor Holter, teclista, Odd Jensen batería, y Simon Malm, bajo, los cuatro que sorprendían en su país natal en 1997, cuando las radios popularizaron la maqueta de su canción, Maniac. El disco correspondiente y homónimo saldría a la calle dos años después, aunque avatares en su discográfica impidieron a aquella producción un desarrollo más largo, pese a que aquella canción despertó interés en toda Europa; en España estuvo en la lista de las diez canciones más oídas.

En 2003 y sin perder la sonrisa, la banda plantea un regreso con un disco fortalecido por la experiencia y con un disco muy variado. En este Coming up for air se pueden oír piezas que combinan los sonidos del pop más delicado con letras que parecen no tener mucho que ver. En concreto, la letra de la canción Valentine dice literalmente: "Cortó la cabeza a la mujer de su vecino y la puso en formol. No miró atrás. Colocó la cabeza en la repisa de la chimenea donde solían estar las fotos familiares y se sirvió un coñá".

Holter explica: "Es sólo una broma, algo que simplemente no te esperas en una canción pop al uso. Pero sólo es una historia de amor, de un amor muy extraño. En el pop hay muchas letras aburridas. El contraste entre bonitas líneas melódicas y letras controvertidas es algo que siempre nos ha interesado por inesperado y sorprendente".

En Coming up for "simplemente había que extraer a cada canción todo lo que pudiera dar. En el primer elepé entramos en el estudio con un sonido preconcebido para aplicar a todo el disco. En el segundo, en cambio, nos planteamos grabar cada canción como era exactamente y sin preocuparnos de si era muy parecida o muy distinta. La consigna era sólo tocar para divertirnos. Buscábamos la simplicidad de concepto de los álbumes de rock de siempre. Es un disco para escucharlo muchas veces y descubrir algo nuevo".

Influencia inglesa

Consecuentemente, la línea de trabajo que ha visto nacer canciones llenas de matices como Killing time, la espacial Planets o Energize me ha hecho que la producción de cada tema haya sido más específica: "Grabar de manera exclusiva cada tema hacía que algunos los recargásemos lo que nos parecía. Y otros tienen elementos a los que añadíamos en maqueta algunos instrumentos grabados con posterioridad. Pero todas las canciones podrían ser interpretadas básicamente a piano o guitarra". Grupo de pop inequívoco, la orientación para llevar a cabo sus canciones viene de las islas Británicas. "Crecimos siendo fans de los Beatles y ahora nos encantan grupos como Travis, Coldplay o Radiohead".

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