Un Benetton sublime alecciona al Barça

Por un momento pareció que la técnica que dejó fuera del partido a Bodiroga espolearía al Barça para remontar un partido que, desde el primer minuto, tuvo cuesta arriba. Que los azulgrana sacarían el coraje y el acierto que habían escondido durante todo el encuentro, que la primera posición del grupo A aún no estaba perdida. Pero no. Lo intentó el Barça, llegó a ponerse a siete puntos (72-65), pero el Benetton fue mucho Benetton, dio una lección de baloncesto y los azulgrana acabaron doblegándose (94-82), pese a la resistencia final de Navarro y Varejao. Precisamente por eso, por su clara supe...

Por un momento pareció que la técnica que dejó fuera del partido a Bodiroga espolearía al Barça para remontar un partido que, desde el primer minuto, tuvo cuesta arriba. Que los azulgrana sacarían el coraje y el acierto que habían escondido durante todo el encuentro, que la primera posición del grupo A aún no estaba perdida. Pero no. Lo intentó el Barça, llegó a ponerse a siete puntos (72-65), pero el Benetton fue mucho Benetton, dio una lección de baloncesto y los azulgrana acabaron doblegándose (94-82), pese a la resistencia final de Navarro y Varejao. Precisamente por eso, por su clara superioridad, no necesitaban los italianos del favor de Brasaukas, el árbitro lituano, que en un minuto, cuando aún faltaban seis para la conclusión del tercer cuarto, le señaló tres discutibles faltas consecutivas a Bodiroga, técnica incluída, y dio por concluido el encuentro para el yugoslavo.

Durante casi 30 minutos, el Benetton, habitual bestia negra de los azulgrana, se había paseado ante el Barça. Sin aperente esfuerzo, sin demasiados aspavientos, los italianos ridiculizaron la defensa azulgrana y evidenciaron que los de Pesic están aún lejos de ser un equipo compacto. Si el Barça logró frenar las diferencias de escándalo (42-26) fue gracias a la inspiración individual de Navarro, Jasikevicius y Varejao.