El fin de un largo proceso de integración

En enero de 1997, Canal Satélite Digital abría el camino de la televisión digital en España. La plataforma desarrollaba tecnológicamente un proyecto puesto en marcha por Sogecable en 1993 para la difusión de canales temáticos codificados. Paralelamente, el Gobierno auspició el lanzamiento de Vía Digital, abanderada por Telefónica y con la mexicana Televisa, RTVE y varios canales autonómicos como socios. En mayo de 1997 presentó su oferta.

Tras una etapa marcada por obstáculos legislativos y polémicas como la llamada guerra del fútbol, Sogecable y Telefónica anunciaron en julio de 1998 u...

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En enero de 1997, Canal Satélite Digital abría el camino de la televisión digital en España. La plataforma desarrollaba tecnológicamente un proyecto puesto en marcha por Sogecable en 1993 para la difusión de canales temáticos codificados. Paralelamente, el Gobierno auspició el lanzamiento de Vía Digital, abanderada por Telefónica y con la mexicana Televisa, RTVE y varios canales autonómicos como socios. En mayo de 1997 presentó su oferta.

Tras una etapa marcada por obstáculos legislativos y polémicas como la llamada guerra del fútbol, Sogecable y Telefónica anunciaron en julio de 1998 una alianza de integración. El entonces presidente de la operadora, Juan Villalonga, y el presidente de Sogecable, Jesús de Polanco, presentaron el proyecto en Bruselas ante las autoridades de la competencia. Finalmente, no prosperó.

Cuatro años más tarde, ya con César Alierta al frente de Telefónica, se retomaron las negociaciones. El pasado 8 de mayo Sogecable y Telefónica anunciaron un acuerdo para desarrollar una plataforma de televisión conjunta, enmarcado en "el proceso de racionalización de la televisión de pago y de la industria de contenidos, que actualmente está en curso en España y en los mercados de su entorno".

Ese acuerdo preveía una ampliación de capital de Sogecable destinada a los accionistas de Vía Digital, que aportarían sus propios títulos. Los tres socios (Telefónica, Sogecable y Groupe Canal +) igualarían sus participaciones. La alianza fue ratificada el 14 de mayo por los consejos de administración de Sogecable y Admira.

Comenzó entonces una compleja andadura por las autoridades de la competencia. Tras la notificación formal de la operación a la Comisión Europea, el Gobierno español reclamó en julio de 2002 el expediente al entender que la fusión afectaba sólo a los mercados nacionales.

Las autoridades comunitarias cedieron a España el examen de la fusión y a finales de agosto la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones emitió un informe en el que resaltaba que el proceso de integración de las dos televisiones de pago podría afectar a ocho mercados relevantes.

En septiembre, el Servicio de Defensa de la Competencia (dependiente del Ministerio de Economía) emitió un dictamen que se remite al Tribunal de Defensa de la Competencia en el que pone de manifiesto determinados riesgos, pero admite que el mercado español difícilmente podría mantener dos plataformas.

El 29 de noviembre, el Consejo de Ministros dio luz verde a la operación y la supeditó al cumplimiento de 34 condiciones (24 de carácter general y 10 relacionadas con los derechos audiovisuales del fútbol), algunas de las cuales atendían las recomendaciones de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones.

El Ejecutivo concedió a Sogecable dos meses (plazo que concluía ayer) para presentar ante el Servicio de Defensa de la Competencia un plan detallado de actuaciones y plazos para la instrumentalización de las condiciones impuestas por el Ejecutivo.

El acuerdo alcanzado en mayo, y ratificado ahora, incluye la adquisición por parte de Sogecable de la participación (40%) que Admira (la filial de medios de Telefónica) posee en Audiovisual Sport. Tras este reajuste, Sogecable controlará el 80% de la empresa tenedora de los derechos audiovisuales de fútbol. El restante 20% seguirá en poder de la catalana TV-3.