El cura y la monja siguen enamorados

-Después del vendaval de páginas en periódicos y revistas, de imágenes de televisión y del trajín que motivó con su caso ahora hace un año, le ha llegado el sosiego a Alfonso Vegas, que saltó a la popularidad efímera como "el cura de Ituero", al echarse la manta al hombro y viajar a Perú sin dinero para regresar y sin permiso de su obispo para casarse con la monja peruana Luz Aurora Otoya, con la que había entrado en contacto a través de Internet. ¿Qué fue del párroco de Ituero de Azaba, pequeña localidad salmantina próxima a la frontera portuguesa, y de la ex misionera, a los qu...

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-Después del vendaval de páginas en periódicos y revistas, de imágenes de televisión y del trajín que motivó con su caso ahora hace un año, le ha llegado el sosiego a Alfonso Vegas, que saltó a la popularidad efímera como "el cura de Ituero", al echarse la manta al hombro y viajar a Perú sin dinero para regresar y sin permiso de su obispo para casarse con la monja peruana Luz Aurora Otoya, con la que había entrado en contacto a través de Internet. ¿Qué fue del párroco de Ituero de Azaba, pequeña localidad salmantina próxima a la frontera portuguesa, y de la ex misionera, a los que una colecta popular entre los feligreses del cura permitió regresar, ya como matrimonio? Alfonso Vegas ha señalado que consiguió un primer trabajo como administrativo en una empresa a través de televisión, pero advirtió que se pretendía jugar con la fama que había alcanzado, y se fue a otra tarea, que tampoco duró mucho. Actualmente, el matrimonio se ha asentado en la localidad de San Cosme de Barreiro (Lugo), donde el ya ex párroco trabaja en el reparto de fruta con una furgoneta y en la selección de las piezas en una nave, aunque le gustaría encontrar empleo en Salamanca y ha indicado que ya ha advertido que "la vida es complicada". Desde luego, la pareja se ha confesado feliz, se han declarado enamorados y el diario La Gaceta Regional ha recogido el deseo de ambos de ser padres: "Lo estamos intentando", mientras se abrazan al lado del ordenador, que fue el vehículo que les permitió su relación. Por su parte, la ex monja ha señalado que se lleva estupendamente con la familia de su marido, especialmente, con la madre, Julia Ramajo, pero protesta de que la Iglesia "haya abandonado totalmente" a su marido, que "vivió totalmente su vocación".-

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