La diva 'folk' Linda Thompson regresa a la canción tras 17 años

La artista londinense publica 'Fashionably late', su segundo álbum

Durante los años setenta y los primeros compases de la década siguiente, la londinense Linda Thompson fue una de las voces más reconocidas y significadas del folk británico en compañía de su entonces marido, Richard Thompson. Al poco de divorciarse, le diagnosticaron una disfonía histérica. Linda ha sufrido 17 años de obligado y angustioso silencio hasta que ha podido recuperar la voz y dar forma a su segundo álbum en solitario. Se titula Fashionably late y la prensa del Reino Unido lo saluda como uno de los grandes acontecimientos musicales de la temporada.

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Durante los años setenta y los primeros compases de la década siguiente, la londinense Linda Thompson fue una de las voces más reconocidas y significadas del folk británico en compañía de su entonces marido, Richard Thompson. Al poco de divorciarse, le diagnosticaron una disfonía histérica. Linda ha sufrido 17 años de obligado y angustioso silencio hasta que ha podido recuperar la voz y dar forma a su segundo álbum en solitario. Se titula Fashionably late y la prensa del Reino Unido lo saluda como uno de los grandes acontecimientos musicales de la temporada.

Linda Peters fue un personaje extraordinariamente popular en los ambientes folclóricos a partir de su matrimonio con Richard Thompson, en 1973. El barbudo guitarrista acababa de abandonar las filas de una de las formaciones pioneras del folk británico, Fairport Convention, y encontró en Linda el contrapunto personal y artístico más idóneo. Ambos grabaron media docena de discos angulares en la historia del folk-rock, como I want to see the bright lights tonight (1973) o Pour down like silver (1975).

El último de ellos, Shoot out the lights, fue elegido entre los 10 mejores álbumes de la década en las encuestas de The New York Times, Time Magazine y Rolling Stone. Esta misma revista escogió a Linda como la mejor cantante femenina de aquel 1982. Pero la suerte comenzó a torcerse justo a partir de ese momento.

A la ruptura matrimonial siguió un primer disco en solitario de escaso éxito (One clear moment) y, muy poco después, aquella disfonía provocada por alteraciones psicológicas. Linda recuerda con especial pavor unas sesiones de grabación para la CBS, en 1988. "Cada vez que se abría el micrófono, se me hacía un nudo en la garganta". Nada pudo publicarse.

Casi nadie confiaba ya a estas alturas en la recuperación de Linda Thompson, que durante años se ha ganado el pan regentando una joyería en la capital británica. En la aparición de Fashionably late -en un sello estadounidense, Rounder- ha tenido mucho que ver el hijo guitarrista de Linda y Richard, Teddy Thompson, que firma con su madre la mayor parte de las composiciones. La hija, Kamila, se encarga de las armonías vocales, mientras que papá Richard se suma a la celebración enchufando su guitarra en el tema Dear Mary.

"Lo más sorprendente de todo", explica la reaparecida cantante, "ha sido comprobar que la gente aún se acordaba de mí. En realidad, algunos de mis discos de los setenta, para mi sorpresa, todavía siguen vendiéndose. Es una sensación fantástica".

Referente

A las excelencias intrínsecas de Fashionably late se suma un factor de gran impacto simbólico. Los colaboradores son, en su mayoría, los pipiolos más aventajados del folk en las Islas, caso de la cantante Kate Rusby, la violinista Eliza Carthy o el guitarrista zurdo John Doyle. Todos ellos crecieron con las canciones de Linda (Dimming of the day, Withered and died, Wall of death...) como referentes fundamentales. Ahora, todos ellos gozan de una posición mucho más ventajosa que la de esta gran precursora del folk de autor.

Linda Thompson.
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