Reportaje:Liga ACB | BALONCESTO

El peor Madrid de la historia

El equipo blanco nunca había perdido seis partidos en 13 jornadas

"Los tiempos han cambiado y el Madrid con el que todos crecimos ya no existe. Corbalán ya no juega aquí". Así hablaba hace poco Javier Imbroda, entrenador del Real Madrid, un equipo que, ciertamente, ha cambiado. Y mucho. Tanto, que se ha convertido en el peor Madrid de la historia. Nunca había acumulado sus números actuales, con seis derrotas en los 13 primeros partidos de Liga. Si a ello se añade que ha perdido ya cuatro encuentros de la Euroliga, el asunto adquiere caracteres de desastre. Así lo certificaron los aficionados que acudieron al Pabellón Saporta el día 25, con motivo del torneo ...

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"Los tiempos han cambiado y el Madrid con el que todos crecimos ya no existe. Corbalán ya no juega aquí". Así hablaba hace poco Javier Imbroda, entrenador del Real Madrid, un equipo que, ciertamente, ha cambiado. Y mucho. Tanto, que se ha convertido en el peor Madrid de la historia. Nunca había acumulado sus números actuales, con seis derrotas en los 13 primeros partidos de Liga. Si a ello se añade que ha perdido ya cuatro encuentros de la Euroliga, el asunto adquiere caracteres de desastre. Así lo certificaron los aficionados que acudieron al Pabellón Saporta el día 25, con motivo del torneo de Navidad, en el que el Madrid también cayó y la grada despidió a los jugadores, al técnico e incluso al presidente, Florentino Pérez -que pisó el palco por tercera vez en lo que se lleva de ejercicio- con una sonora pitada.

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En las 46 Ligas disputadas, el Madrid jamás había cerrado con semejantes cifras el tramo inicial del torneo. Aún es más: en los 27 primeros campeonatos, en los que sólo se disputaba la Liga regular -sin fase final por el título-, el equipo no había superado ese número de derrotas ni siquiera en el global de cada temporada.

Para más inri, cinco de esas 10 derrotas, entre Liga y Euroliga, se han producido en el Saporta. Y algunas ante rivales como el Breogán o el Slask de Polonia. El torneo de Navidad, donde el Macabbi se paseó, provocó el enfado del público. Lucio Angulo estalló y mandó un mensaje críptico: "Hay una jerarquía, un presidente, un entrenador, unos jugadores, un utillero, y cada uno se tiene que dedicar a lo que sabe hacer, porque, si no, esto parece una casa de putas". Imbroda, por su parte, se quejó: "Sobran entendidos y faltan aficionados". El último capítulo del desmoronamiento del Madrid se produjo el viernes, en Las Palmas, donde perdió con el Aunacable, antepenúltimo la pasada temporada.

Y eso que los antecedentes eran difícilmente empeorables. El Madrid finalizó la última campaña quinto en la Liga, despedido de la Euroliga en la segunda fase y de la Copa en los cuartos de final. Antes del verano, Sergio Scariolo fue despedido tras intentar echar a Herreros, y comunicárselo en el gimnasio. Al puesto llegó Imbroda, entonces seleccionador.

El compaginar ambos cargos desató una fuerte polémica. Se le acusó de servirse de su ascendente en la selección para conseguir fichajes para el Madrid (logró los de Mumbrú y Alfonso Reyes). Después tuvo que dejar el equipo nacional.

Sus negociaciones con los jugadores foráneos no fueron tan fructíferas. Le hizo una oferta a Bodiroga y otra a Sabonis. Aquél la rechazó porque el Barça le ofrecía el doble, un millón de euros, y el lituano, porque volvía a la NBA. Al equipo había llegado el argentino Carlos Delfino, que se fue a los 12 días tras saber que alguien del club había preguntado. "¿Quién es este Delfino?". El club le negó por motivos económicos al base estadounidense Edney y le fichó a Hawkins, que se largó en noviembre. Su sustituto, Mulaomerovic, fue uno de los que disputaron el partido ante el Maccabi, que colmó la paciencia de una afición que poco antes había visto ganar al Madrid de veteranos, Corbalán incluido.

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