Copa de la UEFA | FÚTBOL

El AEK de hace un mes, pero sin Tsartas

El siguiente rival malaguista, al que el Madrid no pudo derrotar en la Champions, prescinde de su jugador estrella por su elevado sueldo

Cuando el sorteo depara el AEK de Atenas, nunca se sabe qué pensar. Un fútbol, el griego, mediano, pero in crescendo; un partido complejo en su territorio, una afición que empuja y un cúmulo de antecedentes preocupantes que siempre dejan en el aire cualquier pronóstico. No es fácil apostar con un equipo griego de por medio.

Apelando a la historia, el AEK alardea de una gesta nacional: es el único club de su país que ha alcanzado los cuartos de final de una competición europea: en 1968 lo consiguió en la Copa de Europa, en 1976 en la Copa de la UEFA y en 1996 en la Recopa. El méri...

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Cuando el sorteo depara el AEK de Atenas, nunca se sabe qué pensar. Un fútbol, el griego, mediano, pero in crescendo; un partido complejo en su territorio, una afición que empuja y un cúmulo de antecedentes preocupantes que siempre dejan en el aire cualquier pronóstico. No es fácil apostar con un equipo griego de por medio.

Apelando a la historia, el AEK alardea de una gesta nacional: es el único club de su país que ha alcanzado los cuartos de final de una competición europea: en 1968 lo consiguió en la Copa de Europa, en 1976 en la Copa de la UEFA y en 1996 en la Recopa. El mérito es indudable: en las tres épocas, el futbol griego, a nivel continental, era inexistente, incipiente o emergente.

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Ahora es otra cosa. La Unión Atlética de Constantinopla, definición de las siglas AEK, es un habitual de las competiciones europeas y ha acabado en la Copa de la UEFA procedente de la primera fase de la Liga de Campeones. Entonces compartió grupo con el Real Madrid, el Roma y el Genk. Descartado prontamente para la segunda fase, se jugó una plaza en la Eurouefa en el último partido con el Roma. Un gol terminal se la concedió en detrimento del Genk

Su marcha en la Liga griega es taciturna. Ocupa la séptima posición, pero a seis puntos del líder, el PAOK, una distancia razonable para las alturas del campeonato en que se encuentra: diez partidos.

Deportivamente, el AEK vivía de la inteligencia de Tsartas, pero su sueldo (1,5 millones de euros), excesivo para las posibilidades económicas del club, ha forzado su salida de la entidad El AEK pierde potencial y gana dinero. Un problema habitual en el fútbol griego, en plena reconversión económica El ex sevillista Tsartas era una amenaza permanente, un tipo de futbolista que puede pasarse en blanco un partido y resolverlo a balón parado. El Madrid, en Atenas, padeció su zurda prodigiosa. Lo que toca con esa pierna, en cualquier lado del campo, se asemeja a una posibilidad de gol. Su baja es una buena noticia para el Málaga.

En la anterior eliminatoria, el AEK se desembarazó del Macabbi Haifa por un contundente 8-1. El Málaga, más que un rival dificil, tiene un enemigo complejo.

- Boavista. Si el Málaga elimina al AEK puede encontrarse en los cuartos de final con el Boavista, un club portugués que lleva a gala el único campeonato de Liga de su historia, en la temporada 2000-01. Entrenado por el ilustre ex jugador Jaime Pacheco, es el típico caso de equipo aguerrido, sin figuras notables a pesar de sus apellidos sonoros: Duda, Cafú, Serginho o Eder. Nada que que ver com el original de sus apellidos

- Hertha de Berlín. El otro rival posible del Málaga en los cuartos refleja la misma dificultad. Equipo alemán, sin nombre, segundón, complicado. Dirigido por Huub Strevens, no tiene nombres, sino hombres. Si acaso, su delantero balcánico Simunic.

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