Reportaje:

La casa Kelme tiembla

Peligra la continuidad del equipo ciclista debido a sus graves problemas económicos

Es una risa triste la de Joan Mas. "Ja, ja... Pero cómo que tenemos problemas económicos... ¿No dicen por ahí que vamos a fichar a Ullrich? Ja, ja...". Es una risa amarga la del mánager del Kelme, la risa de un gestor acostumbrado a vivir en la cuerda floja y a las formas peculiares y muy personales de trabajar de Pepe Quiles, el propietario del decano mundial de los equipos ciclistas. Mas es el rey de la economía de supervivencia, de encontrar fórmulas para tirar adelante. Está acostumbrado a crisis de todos los colores, pero quizás ninguna como la actual.

Los corredores y el pe...

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Es una risa triste la de Joan Mas. "Ja, ja... Pero cómo que tenemos problemas económicos... ¿No dicen por ahí que vamos a fichar a Ullrich? Ja, ja...". Es una risa amarga la del mánager del Kelme, la risa de un gestor acostumbrado a vivir en la cuerda floja y a las formas peculiares y muy personales de trabajar de Pepe Quiles, el propietario del decano mundial de los equipos ciclistas. Mas es el rey de la economía de supervivencia, de encontrar fórmulas para tirar adelante. Está acostumbrado a crisis de todos los colores, pero quizás ninguna como la actual.

Los corredores y el personal de Kelme no cobran la nómina desde hace un par de meses. "Llamo a Mas y lo único que me dice es 'no hay dinero, no hay dinero", dice un ciclista del equipo alicantino; "pero yo con esas palabras no pago al banco las letras del coche o la hipoteca del piso. Y, como yo, la mayoría de los corredores". Otros auxiliares han perdido la esperanza y han buscado otro trabajo.

Esta situación no es nueva. Ya a mediados de esta temporada varios corredores y auxiliares denunciaron públicamente los atrasos en los cobros y las deudas del equipo. Milagrosamente, Quiles logró dinero fresco justo antes del Tour y el equipo logró sobrevivir. "Y ahora también seguiremos", apunta Mas; "Quiles ya tiene acuerdos verbales con las instituciones valencianas [la Generalitat y la Diputación de Alicante son habituales contribuyentes a las finanzas del Kelme] y no creo que haya problemas para la próxima temporada".

Pero, a diferencia de la anterior crisis, hay nuevos detalles que añaden pesimismo al pronóstico. El Kelme tiene deudas con la Seguridad Social y Hacienda, que, según Mas, son unos "asuntillos" que se solucionarán enseguida, pero que podrían llegar a suponer la ejecución del aval del equipo ante la Unión Ciclista Internacional (UCI).

"Pero ahora ingresaremos algo de dinero y saldremos del paso", explica Mas. El dinero llegará de la libertad de Santiago Botero y de Santiago Pérez, dos de los ciclistas del equipo que han negociado su marcha. El colombiano, que ha firmado por dos años con el Telekom, tenía una cláusula de 750.000 euros, que, tras una adecuada negociación, se han quedado en 240.000 más el perdón de una deuda de 100.000 que el Kelme mantenía con él. Del escalador asturiano que se ha ido al Phonak, aún esperan los 180.000 euros de su cláusula: "Con ese dinero tiraremos un poco". En 2003, tras las bajas de Botero y Pérez; la marcha de Aitor González, el ganador de la Vuelta a España, al Fassa Bortolo y el descanso del médico Eufemiano Fuentes, la masa salarial del equipo, que mantiene como jefe a Óscar Sevilla, descenderá notablemente, como también sus aspiraciones.

El origen de las penurias del equipo está, evidentemente, en los propios problemas económicos de la casa madre, de la empresa Kelme, propiedad de los hermanos Quiles, fabricante de calzado y prendas deportivas en Elche, que fue durante unos años ejemplo de milagro económico y que, tras fracasar en su expansión por los países del Este y tras fuertes inversiones para modernizar sus instalaciones, se encuentra ahora intervenida por sus deudas: un interventor ha sustituido a los hermanos Quiles al frente de la gestión.

"En efecto, ahora hay un consejo gestor y los hermanos Quiles ya no tienen libertad para tomar decisiones", dice Mas; "pero el consejo quiere seguir con el equipo y, en ese sentido, nos han dado instrucciones para inscribirlo en la UCI".

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