Reportaje:

De Yokohama a la Cibeles

El equipo festeja de madrugada una victoria que hoy ofrecerá a su afición

Las dos y media de la tarde en Madrid. Con la victoria aún caliente, un centenar de madridistas acudieron a la plaza de la Cibeles para festejarla. En ese mismo momento, las once y media de la noche, en Yokohama, en el hotel Intercontinental, la expedición madridista celebraba el triunfo con una cena exclusiva. Los seguidores que se desplazaron al país asiático no pudieron asistir. En cambio, a un centenar de japoneses, que se empeñaron en ello, se les permitió finalmente tener acceso al vestíbulo.

Los primeros protagonistas en abandonar el festejo fueron Ronaldo y Flavio. El astro fue ...

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Las dos y media de la tarde en Madrid. Con la victoria aún caliente, un centenar de madridistas acudieron a la plaza de la Cibeles para festejarla. En ese mismo momento, las once y media de la noche, en Yokohama, en el hotel Intercontinental, la expedición madridista celebraba el triunfo con una cena exclusiva. Los seguidores que se desplazaron al país asiático no pudieron asistir. En cambio, a un centenar de japoneses, que se empeñaron en ello, se les permitió finalmente tener acceso al vestíbulo.

Los primeros protagonistas en abandonar el festejo fueron Ronaldo y Flavio. El astro fue el único que bajó a la sala, ya con el traje de calle, y aprovechó que los demás bailaban formando una serpiente para abandonar el lugar. Algunos jugadores se marcharon después a descubrir los secretos de la noche de Yokohama.

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Mientras tanto, en Madrid, los hinchas intentaban encaramarse a la Cibeles, pero a los dos minutos llegaron los furgones policiales. Los agentes les prohibieron entonces acercarse siquiera al monumento. Desplazados, pues, al bulevar central, frente al Banco de España, o a la zona de los quioscos del paseo de Recoletos, ocuparon el paso de cebra y gritaron el latiguillo característico: "¡Campeones, campeones!". Eran pocos, pero bien pertrechados con las habituales bufandas y las banderolas.

Los aficionados, hasta que finalmente, hacia las cuatro, se dispersaron, también ocuparon una parte de la calle de Alcalá. Los policías les permitieron estar en la calzada, pero sólo mientras el semáforo estaba en verde para los peatones; después les hacían retirarse hasta la acera. Los automovilistas que pasaban por los flancos del paseo de la Castellana eran invitados a sumarse a la celebración con las bocinas. La lógica de la hora y el hecho de ser un día laborable acabaron con la espontánea reunión al poco de comenzar.

Pero la celebración oficial, la auspiciada por el propio club, será hoy, a partir de la llegada al aeropuerto de Barajas, en torno a las seis de la tarde. En principio, el Madrid tiene decidido visitar el Ayuntamiento y la sede de la Comunidad y tampoco se descarta un acto en el estadio Bernabéu o incluso en Cibeles para ofrecer el trofeo a su afición. La fiesta, eso sí, estará condicionada a los ánimos de un equipo que llegará a la capital tras un vuelo de 14 horas.

En previsión, el Ayuntamiento, a través de la concejalía de Limpieza Urbana y Medio Ambiental, ha organizado un dispositivo especial. Treinta máquinas y 90 empleados se encargarán de la limpieza, especialmente en los alrededores del Bernabéu y Cibeles, los lugares emblemáticos del madridismo.También está prevista la instalación de decenas de contenedores y una vigilancia especial para evitar las pintadas en las fachadas.

Hierro alza el trofeo.EPA

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