El brasileño responde a la ansiedad de Florentino Pérez

Ronaldo ya recibe balones como él quiere: en profundidad, al hueco. No se había cumplido el primer cuarto de hora cuando Figo vio que el brasileño comenzaba a trotar entre los defensas. Corino notó una ligera brisa e intentó tirar el fuera de juego, pero era tarde. El delantero ya había cargado la recortada y lanzó un tiro seco que suponía el primer gol del Madrid. Etxeberría también notó un vientecillo, en este caso el del balón.

El tanto fue especialmente celebrado por Florentino Pérez. Hombre frío y habitualmente hierático, no dudó en levantarse para buscar la mirada cómplice de Jorg...

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Ronaldo ya recibe balones como él quiere: en profundidad, al hueco. No se había cumplido el primer cuarto de hora cuando Figo vio que el brasileño comenzaba a trotar entre los defensas. Corino notó una ligera brisa e intentó tirar el fuera de juego, pero era tarde. El delantero ya había cargado la recortada y lanzó un tiro seco que suponía el primer gol del Madrid. Etxeberría también notó un vientecillo, en este caso el del balón.

El tanto fue especialmente celebrado por Florentino Pérez. Hombre frío y habitualmente hierático, no dudó en levantarse para buscar la mirada cómplice de Jorge Valdano. Los últimos resultados parece que no sólo habían creado ansiedad en los aficionados blancos. También los directivos estaban ávidos de ver a Ronaldo marcar. Después, eso sí, llegó el primer empate, el de Azkoitia, de fuerte zapatazo.

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En el descanso y pese a que el partido se había puesto complicado, McManaman y Pavón prefirieron calentarse con la mascota del Rayo. Por lo visto, unos toquecitos son suficientes para estirar los músculos.

Antes del encuentro, los numerosos aficionados del Rayo, que llenaron el campo, bromeaban sobre la actuación de Ronaldo. Uno de ellos, con la bufanda vallecana en ristre, comparó las posibles carreras del 11 del Madrid con las que realizaba Forrest Gump en la oscarizada película: 'A Ronaldo, como a Forrest, se le va a terminar el campo y va a tener que seguir corriendo en los vestuarios'.

Precisamente en los vestuarios trata Fernando Vázquez de apagar el conato de incendio provocado por las declaraciones de Quevedo. Antes de ver el partido desde la grada, al no ser ni convocado por Vázquez, éste tuvo que cumplir con la liturgia impuesta por el técnico. Todos, tanto los que van a jugar como los que no, deben presenciar en directo el partido y fichar en el vestuario.

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