Colas de hasta 40 kilómetros en el regreso del puente de Todos los Santos

La carretera C-16, conocida como el Eix del Llobregat, registró ayer colas de más de 40 kilómetros entre las seis y las ocho de la tarde con motivo del regreso del puente de Todos los Santos. Fue el punto más conflictivo, pero no el único, porque en otras vías se produjeron retenciones de entre 9 y 30 kilómetros. El Servicio Catalán de Tráfico asegura que en estos tres días salieron medio millón de coches.

Las colas en el Eix del Llobregat se concentraron entre Guardiola de Berguedà y Sallent en dirección a Barcelona. En este tramo de la carretera C-16 hay únicamente un carril en cada ...

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La carretera C-16, conocida como el Eix del Llobregat, registró ayer colas de más de 40 kilómetros entre las seis y las ocho de la tarde con motivo del regreso del puente de Todos los Santos. Fue el punto más conflictivo, pero no el único, porque en otras vías se produjeron retenciones de entre 9 y 30 kilómetros. El Servicio Catalán de Tráfico asegura que en estos tres días salieron medio millón de coches.

Las colas en el Eix del Llobregat se concentraron entre Guardiola de Berguedà y Sallent en dirección a Barcelona. En este tramo de la carretera C-16 hay únicamente un carril en cada sentido y las obras que se realizan para desdoblar varios tramos impidieron habilitar uno adicional, según explicó anoche Joan Delort, director del Servicio Catalán de Tráfico. 'No hemos puesto conos, especialmente a la altura de Cercs, porque la carretera no hubiera sido segura', afirmó.

Otras de las vías que sufrieron más concentración de coches fueron la C-55 entre Cardona y Manresa, donde hubo 30 kilómetros de cola, y la A-7 norte entre Sant Celoni y Maçanet, donde fue de 20 kilómetros. Esa misma acumulación se produjo en la A-7 sur entre Tarragona y Salou. En la comarcal C-14 a la altura de Ponts las colas fueron de 14 kilómetros y en otros dos puntos de la red viaria hubo nueve kilómetros: en la N-145 entre La Farga de Moles y La Seu, y en la N-340 a la altura de El Vendrell.

El sol que lució los tres días, la fiebre por buscar setas y el hecho de que sea el último puente antes del invierno explican la salida masiva de vehículos, que superó con creces la del fin del semana del Pilar, en el que se acumularon dos días de fiesta consecutivos.

Joan Delort considera que las colas en las carreteras en puentes como el de Todos los Santos son inevitables. 'Hay siete u ocho días al año muy complicados para el tráfico y ayer fue uno', aseguró. En su opinión, las caravanas eran previsibles, aunque no tan intensas como las que se produjeron. 'Lo que no podemos prever es que salga tanta gente, porque eso depende de muchos factores', asegura Delort. Dos cifras ilustran ese dato. El pasado 1 de noviembre, entre las nueve y las once de la mañana cruzaron el peaje de Martorell el 22,5% más de vehículos que el día del Pilar. En el peaje de La Roca el incremento fue del 19%.

Por el contrario, otras carreteras en las que habitualmente se producen retenciones registraron menos problemas que otras veces. Sucedió, por ejemplo, en la comarcal C-17 a su paso por la comarca del Ripollès, donde los dos carriles fueron suficientes. Lo mismo ocurrió en la N-2 entre Cervera y Santa Maria del Camí. El regreso de ayer tampoco fue escalonado, como ocurre en otras ocasiones, y eso aumentó las retenciones. Entre las tres y las ocho de la tarde del jueves se produjeron cinco accidentes en las carreteras catalanas en los que fallecieron seis personas.

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Con motivo del puente de la Constitución, del 6 al 8 de diciembre, Tráfico considera que no se producirá una operación retorno tan complicada. Para entonces los desplazamientos tendrán como destino únicamente el interior de Cataluña.

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