Crónica

Mumbrú detiene la caída libre del Madrid

Un cuarto, el tercero, le valió al Madrid para espantar el horroroso panorama que hubiese supuesto su tercera derrota consecutiva en la Euroliga. Un cuarto, el tercero, fue suficiente para maniatar al Ulker turco, desactivarle en todas las facetas del juego, y edificar una trabajada victoria madridista. Un cuarto, el tercero, y la brillante aparición de Álex Mumbrú, unida a la presencia de un chico de 17 años, Lampe, al coraje y la disposición para el trabajo sucio de Lucio Angulo, a las muñecas de Herreros y Digbeu, a la movilidad de Allston y a los centímetros de Hernández. Los blancos se fu...

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Un cuarto, el tercero, le valió al Madrid para espantar el horroroso panorama que hubiese supuesto su tercera derrota consecutiva en la Euroliga. Un cuarto, el tercero, fue suficiente para maniatar al Ulker turco, desactivarle en todas las facetas del juego, y edificar una trabajada victoria madridista. Un cuarto, el tercero, y la brillante aparición de Álex Mumbrú, unida a la presencia de un chico de 17 años, Lampe, al coraje y la disposición para el trabajo sucio de Lucio Angulo, a las muñecas de Herreros y Digbeu, a la movilidad de Allston y a los centímetros de Hernández. Los blancos se fueron al descanso con una desventaja de 10 puntos. Cuando terminó el tercer periodo ya ganaban por tres.

REAL MADRID 81| ULKER 77

Real Madrid: Hawkins, Herreros (11), Angulo (6), Alston (12), Hernández-Sonseca (10) -cinco inicial-, Digbeu (13), Victoriano (5), Mumbrú (16) y Lampe (8). Ulker Estambul: Booker (22), Erdogan (12), Yildirim (2), Blair (17), Praskevicius (4) -cinco inicial-, Goljovic (2), Erdenay (13), Gonlum (4), Acik y Pachulia (1). Árbitros: Brazauskas (Lituania), La Monica (Italia) y Lovsin (Eslovenia). Sin eliminados. Unas 4.000 personas en el Raimundo Saporta.

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Antes, la solidez defensiva del Madrid, no tan sólida cuando se trata de taponar los lanzamientos de larga distancia, había dejado filtrar un goteo de puntos del conjunto de Estambul a cargo de Erdogan y Erdonay, que cavaron una trinchera desde la línea de tres y martillearon a los blancos.

En los minutos finales, con el marcador muy apretado, Imbroda metió cuatro hombres en el juego exterior y sólo Alston en la pintura. Le salió bien la jugada y fueron Digbeu, Mumbrú, sobre todo, y Herreros, juntos, los que cimentaron el triunfo blanco desde la línea de tres.

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