Reportaje:Liga de Campeones | FÚTBOL

Los piques entre dos genios

Aimar y Owen copan un duelo mayúsculo entre el Liverpool y el Valencia

Resultó deprimente ver hace tan sólo cuatro años cómo el estadio de Anfield, uno de los santuarios del fútbol, daba la espalda a un partido de Copa de la UEFA entre su anfitrión, el Liverpool, y el Valencia. El 20 de octubre de 1998, con apenas media entrada, el Valencia de Ranieri, por entonces sin cartel en el Reino Unido, arañó un 0-0 a un equipo local que había perdido el rumbo de mala manera. Los ingleses acabaron por eliminar al Valencia, gracias a un empate logrado por McManaman en Mestalla. De aquella eliminatoria a los españoles sólo les quedó en la retina su museística visita por Anf...

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Resultó deprimente ver hace tan sólo cuatro años cómo el estadio de Anfield, uno de los santuarios del fútbol, daba la espalda a un partido de Copa de la UEFA entre su anfitrión, el Liverpool, y el Valencia. El 20 de octubre de 1998, con apenas media entrada, el Valencia de Ranieri, por entonces sin cartel en el Reino Unido, arañó un 0-0 a un equipo local que había perdido el rumbo de mala manera. Los ingleses acabaron por eliminar al Valencia, gracias a un empate logrado por McManaman en Mestalla. De aquella eliminatoria a los españoles sólo les quedó en la retina su museística visita por Anfield. Hoy, cuatro cursos después, no hay rastro de aquellos dos equipos sin pulso de finales de los noventa, de dos instituciones sin ideario alguno que soñaban con una resurrección. Desde entonces, el Liverpool ha vuelto de forma meteórica a las alturas: ha sumado varios títulos nacionales, ha ganado una Copa de la UEFA y, en este momento, es líder de la Premier sin una derrota en 11 partidos disputados; en realidad, en toda la temporada sólo ha resbalado una vez, en Mestalla, y hace diez meses que nadie, inglés o extranjero, le gana en casa. El Valencia, por su parte, ha enganchado una Copa, una Liga y dos finales de Copa de Europa. A diferencia de lo sucedido en 1998, ahora mismo es un equipo que hace tiritar a cualquier rival, se ha ganado tanto respeto que hoy (TVE-1, 20.45) Anfield rugirá como en los tiempos de gloria.

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El duelo a la orilla del Mersey tiene todos los picantes posibles. El Liverpool necesita una victoria para evitar un susto del Basilea y el Valencia, al que le vale incluso una derrota por la mínima y puede que ni eso, quiere engordar su prestigio, ponerse más guapo que nunca para una cita de gala. Un baile que contará con dos de los jugadores más geniales y, en este momento más pletóricos, del fútbol mundial: Owen y Aimar. Un pique singular para aliñar el partido entre dos futbolistas con muchas simetrías y varias cuentas pendientes. Los dos se han entrenado a conciencia para el reto. En la jornada anterior, el liviano delantero inglés logró en Moscú su primer hat-trick en el torneo fuera de Inglaterra; el pasado sábado, el pajarillo argentino selló su primer hat-trick en la Liga española. En Valencia, el pasado 17 de septiembre, Aimar destrozó al Liverpool con Owen medio tiempo en el banquillo. Dos meses antes, había sido el velocísimo delantero inglés quien en Sapporo (Japón) había hecho llorar a los argentinos al provocar un penalti de Pochettino que el visionario Aimar maldijo desde el banco, en el que también estuvo medio tiempo. Muchas deudas, lógicas entre un inglés y un argentino, por muy silenciosos y humildes que éstos sean.

Ausente por sanción Ayala -otro argentino con sobresaltos nocturnos desde que en el Mundial 98 Owen le pasara por encima en un eslalon inolvidable-, Benítez tendrá que decantarse esta noche por la veteranía de Djukic o la plenitud física de Marchena para taponar a ese asesino con cara de niño que lleva ocho tantos en los últimos seis partidos de su equipo. Precisamente, Djukic, junto a Carboni, Cañizares y Angulo, es uno de los supervivientes del equipo titular que desfiló por Anfield hace cuatro años. Otros sueñan con hacerlo, caso de Vicente, un enamorado del fútbol inglés; o de Benítez, que estudió en Inglaterra.

Pero el duelo principla lo protagonizan Owen y Aimar. Ha llegado su hora: hace cuatro años estaban en pañales, Owen llevaba una temporada en el Liverpool y Aimar, un curso en el River Plate. Ellos ejemplifican como nadie la crecida de dos clubes que cotizan al máximo.

Liverpool: Dudek; Carragher, Hypia, Henchoz, Riise; Gerrard, Hamann, Diao, Murphy; Heskey y Owen.

Valencia: Cañizares; Curro Torres, Marchena o Djukic, Pellegrino, Carboni; Rufete, Albelda, Baraja, Vicente; Aimar; y Carew.

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