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Una galería de 'freaks' entrañables

Yeremi Alvarado, protagonista de El pensamiento de los monstruos, no es el único personaje rocambolesco en la obra de Felipe Benítez Reyes. Por el contrario, las novelas del roteño conforman una auténtica galería de freaks entrañables que hubiera hecho las delicias de Tod Browning.

De entre todos ellos, tal vez sea Walter Arias, El novio del mundo, uno de los más memorables: mezcla de filósofo y de psicoanalista nada freudiano, de romántico y de obseso sexual, de arlequín y de monstruo, de moralista y pícaro delincuente, Arias es precursor de la corriente de pensami...

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Yeremi Alvarado, protagonista de El pensamiento de los monstruos, no es el único personaje rocambolesco en la obra de Felipe Benítez Reyes. Por el contrario, las novelas del roteño conforman una auténtica galería de freaks entrañables que hubiera hecho las delicias de Tod Browning.

De entre todos ellos, tal vez sea Walter Arias, El novio del mundo, uno de los más memorables: mezcla de filósofo y de psicoanalista nada freudiano, de romántico y de obseso sexual, de arlequín y de monstruo, de moralista y pícaro delincuente, Arias es precursor de la corriente de pensamiento que él mismo, a caballo 'entre Descartes y el barón de Münchhausen', llama walterismo, el modo más rápido y eficaz de convertir la vida en un infierno fascinante.

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No menos estrafalario es el elenco de Tratándose de ustedes, novela que tiene en el bibliófilo Arruza a su personaje central. Decimonónico y más bien desquiciado, obsesionado por los volúmenes polvorientos de su librería anticuaria El Globo, Arruza reúne periódicamente a sus clientes más fieles para contarse historias. Conforme el lector avanza en la lectura, descubre que los seres de ficción de estos relatos, desde un autómata chino que viaja a través del tiempo a un mago oriental, pasando por una cabeza parlante o un espejo embrujado, van desplazando a los de carne y hueso en el eje de la trama.

En un tono más realista, el narrador de La propiedad del paraíso se proponía recomponer el rompecabezas de su infancia. Junto a algunas de las piezas, como sus compañeros de juegos Fernandi y Carmelo, figuraban otros personajes familiares e inquietantes como Lali, juiciosa profesora particular, hija de un marionetista pobre; el sargento Arruza, la viva imagen del peligro; la Diosa del Rodeo, domadora de bisontes; el capitán Roden, el cineasta Miguel y el Duende, 'el ratero y el rey del tiempo', todos ellos héroes o antihéroes de un tiempo que ya no existe.

Muchas otras figuras sorprendentes aguardan al lector en novelas como Humo o la polémica Impares, fila 13 -escrita en colaboración de Luis García Montero-, así como sus libros de relatos Un mundo peligroso y Maneras de perder. Y también en sus poemarios, porque la afición de Benítez Reyes por los personajes poco comunes, literarios en el más amplio sentido de la palabra, llega incluso a invadir el ámbito de su verso. Vidas improbables, libro que le valió el Premio de la Crítica y el Nacional de Literatura, comprende 11 de ellos.

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