Crítica:MÚSICA DE CÁMARA

Un gran cuarteto de David del Puerto

La vida musical española -y concretamente la madrileña- ha recuperado con brío su mejor historia camerística. Los resultados de un conjunto de voluntades individuales, asociativas y pedagógicas están a la vista; por ejemplo, en el ciclo Liceo de Cámara de Cajamadrid, que encomienda al joven y valioso Cuarteto Casals, en programas fuera de serie y de extraordinario interés, la obra para cuarteto -cuartetos y variaciones- de Juan Crisóstomo de Arriaga, el estreno del primer cuarteto del madrileño David del Puerto (1964) y los ejemplares cuartetos de Debussy y Ravel. Primer dato a subrayar: hubo ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La vida musical española -y concretamente la madrileña- ha recuperado con brío su mejor historia camerística. Los resultados de un conjunto de voluntades individuales, asociativas y pedagógicas están a la vista; por ejemplo, en el ciclo Liceo de Cámara de Cajamadrid, que encomienda al joven y valioso Cuarteto Casals, en programas fuera de serie y de extraordinario interés, la obra para cuarteto -cuartetos y variaciones- de Juan Crisóstomo de Arriaga, el estreno del primer cuarteto del madrileño David del Puerto (1964) y los ejemplares cuartetos de Debussy y Ravel. Primer dato a subrayar: hubo lleno y reacción entusiasta de un público que rebaja la media de edad del habitual de los ciclos sinfónicos o de la ópera.

Liceo de Cámara de Cajamadrid

Cuarteto Casals. Obras de Arriaga, Del Puerto, Debussy y Ravel. Auditorio Nacional, Madrid, 26 de octubre.

Forman el Cuarteto Casals, creado en 1997 en la Escuela Reina Sofía, Vera Martínez Mehener, Abel Tomás, Jonathan Brown y Aranau Tomás, que han sido aplaudidos y galardonados aquí y fuera de aquí. Bien lo merecen, pues sus versiones acreditan seria profesionalidad, perfección de estilo, conjunción ideal y ese aliento especial propio de la juventud. Y es justo y digno de elogio que se atienda como merece y en conjunto la creación de Arriaga, un compositor muerto a los 20 años, formado en España y París y recurrentemente elogiado desde su aparición en escena, en 1817, con 11 años, para ofrecer a la melomanía bilbaína su octeto Nada y mucho.

Una vida tan corta no ha impedido que Arriaga sea uno de los músicos universales de España, y el Cuarteto Casals lo interpreta con auténtico primor. Pero, junto al bilbaíno y los franceses Debussy y Ravel, ocupó parte del programa el madrileño David del Puerto, un talento, un instinto y un dominio técnico muy singular que trabajó con Francisco Guerrero y Luis de Pablo para llamar la atención, todavía veinteañero, en el Festival de Alicante, 1985, cuando el Trío Arlequín dio a conocer Sequor.

Ahora nos da su primer cuarteto, una obra importante, resuelta con maestría en su puntual estilo 'de cámara', plena de belleza comunicativa y aguda en las ideas y su desarrollo. Veo en el cuarteto, dedicado al compositor, colega y amigo César Camarero, dos años mayor, un renuevo de la organización fallesca por la precisión del ritmo interno, o sea, la más estrecha relación entre los elementos constitutivos de la música. Con los intérpretes recogió Del Puerto repetidas ovaciones.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En