Dos muertos al chocar un ultraligero con una avioneta en Castellón

Dos personas murieron ayer al chocar en el aire el ultraligero autogiro en el que volaban contra una avioneta que estaba maniobrando para aterrizar en un aeroclub cercano, el mismo del que procedía el primer aparato. El ultraligero, con sus dos ocupantes, cayó en plena playa de El Serradal de Castellón, desde una altura aproximada de 300 metros. El aparato se incendió al chocar con el suelo y sus dos ocupantes murieron en el acto. Sin embargo, la avioneta, también ocupada por dos personas, pudo llegar al aeroclub al que se dirigía, situado a un escaso kilómetro del lugar del siniestro.
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Dos personas murieron ayer al chocar en el aire el ultraligero autogiro en el que volaban contra una avioneta que estaba maniobrando para aterrizar en un aeroclub cercano, el mismo del que procedía el primer aparato. El ultraligero, con sus dos ocupantes, cayó en plena playa de El Serradal de Castellón, desde una altura aproximada de 300 metros. El aparato se incendió al chocar con el suelo y sus dos ocupantes murieron en el acto. Sin embargo, la avioneta, también ocupada por dos personas, pudo llegar al aeroclub al que se dirigía, situado a un escaso kilómetro del lugar del siniestro.

Pese a que se desconocen, de momento, las causas que propiciaron el accidente, parece claro que ambos aparatos colisionaron en el aire y, tal como indicó el sargento de los bomberos que se desplazaron al lugar, 'cayó el más débil'.

Pilotos expertos

Según explicaron ayer fuentes del aeroclub de Castellón, el piloto de la avioneta relató que hacia las 12.45, cuando realizaba maniobras de aterrizaje, el autogiro le 'entró' por un punto ciego y el rotor de éste chocó contra el plano izquierdo de la avioneta, en un punto muy cercano al depósito de combustible.

Los dos ocupantes del autogiro eran expertos y estaban acostumbrados a volar en éste y otros modelos de ultraligero. De hecho, uno de los fallecidos, Vicente Miralles, de 36 años y natural de Vila-real, era ampliamente conocido entre los aficionados a este tipo de vuelos por su maestría. El otro muerto es Vicente Blay, de 50 años y natural de Castellón. En cuanto a los ocupantes de la avioneta, sólo ha trascendido que se trata de un matrimonio alemán que había salido de las Islas Baleares con destino a Castellón.

La juez de guardia, que ordenó el levantamiento de los cadáveres, ha iniciado una investigación para determinar las causas del siniestro, ocurrido sobre una zona de playa, en una jornada de calor y en un punto muy cercano, a unos 75 metros, de una vía de gran concurrencia en días festivos como el de ayer. La zona está llena, además, de apartamentos y viviendas unifamiliares.