Reportaje:FÚTBOL | Séptima jornada de Liga

El Atlético no da con la alineación

Los rojiblancos han enseñado ocho 'onces' diferentes y utilizado a todo su plantel sano

'No tengo un once ideal, ójala lo tuviera', comentaba Luis Aragonés, el técnico del Atlético, en vísperas de su quinto empate en siete partidos de Liga. No lo tiene y las preocupaciones sobre la marcha y la capacidad de su equipo se le acumulan sin que acierte a pulsar la tecla adecuada. Aragonés ya ha utilizado a 22 jugadores distintos. Todos los futbolistas de la plantilla menos el canterano Ortiz y los lesionados Juan Gómez y Armando. Y el grupo no acaba de despegar.

Los métodos de Luis Aragonés, su peculiar manera de premiar y castigar a los jugadores, 'a veces toca palo y a veces z...

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'No tengo un once ideal, ójala lo tuviera', comentaba Luis Aragonés, el técnico del Atlético, en vísperas de su quinto empate en siete partidos de Liga. No lo tiene y las preocupaciones sobre la marcha y la capacidad de su equipo se le acumulan sin que acierte a pulsar la tecla adecuada. Aragonés ya ha utilizado a 22 jugadores distintos. Todos los futbolistas de la plantilla menos el canterano Ortiz y los lesionados Juan Gómez y Armando. Y el grupo no acaba de despegar.

Los métodos de Luis Aragonés, su peculiar manera de premiar y castigar a los jugadores, 'a veces toca palo y a veces zanahoria', no están dando resultado. El último damnificado por los 'castigos' del veterano preparador ha sido el interior izquierdo Luis García. El catalán había disputado todos los partidos. A Vigo, no fue ni convocado. Lo mismo, en distintos momentos de la temporada, les ha sucedido a Dani, García Calvo o Hibic. Al portugués, según algunas voces del entorno rojiblanco, por su particular manera de entender su profesión. A García Calvo, para que no se sintiese indispensable.

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Otra constante de la libreta del preparador madrileño ha sido la de hacer los cambios muy pronto, en ocasiones antes del descanso y, siempre, hacer una sustitución en torno a los diez minutos del segundo tiempo. Luis Aragonés nunca ha estado satisfecho de la disposición se sus jugadores y siempre ha tenido que rectificar sobre la marcha. A veces, como el pasado sábado, tarde. Movilla saltó al campo en el minuto 53 para sustituir a un espeso Nagore.

Pero desde el primer choque liguero, el empate a dos en el Nou Camp, Aragonés ha tratado de arreglar algún desajuste entre los minutos 53 y 56 de todos los partidos disputados.

Y si a principio de temporada los problemas se centraban en los desequilibrios defensivos, ahora la balanza se ha desajustado por la zona de vanguardia. 'Somos un equipo sin gol, y eso tiene poco remedio', comentó apesadumbrado el técnico rojiblanco a la conclusión del choque en Vigo. 'No estamos definiendo', corroboraba con amargura Fernando Torres, el único jugador rojiblanco que está cumpliendo con las expectativas.

El pasado jueves los delanteros rojiblancos se entretuvieron en ensayar los disparos a puerta por orden de su técnico. Luis Aragonés ya había lanzado su diagnóstico: 'Falta gol'. Sin embargo, el propio entrenador, en una de sus clásicas piruetas retóricas, confesaba que esa clase de entrenamiento específico no sirve para nada. 'El jugador que lleva dentro el gol lo lleva dentro, y el que no, da igual que entrene'.

Precisamente, Luis Aragonés ha volcado su faceta de entrenador psicólogo en uno de sus hombres gol, Javi Moreno. El valenciano, con una crisis de identidad desde su paso por el mecanizado fútbol italiano, ha contado siempre con el apoyo casi paternal del técnico. Con Javi Moreno no funcionan los habituales castigos. Y es que Moreno es la única esperanza de Luis Aragonés. La otra, al mercado de invierno en busca del gol.

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