Crítica:'SKA'

Pequeño milagro

Pero, cómo... Con la que está cayendo, ¿es posible acudir un sábado por la noche a una pequeña sala madrileña a escuchar, por el módico precio de seis euros, versiones en clave caribeña de Pata Pata, de Miriam Makeba; Close to you, de Burt Bacharach; Sunny o Summertime? Pues sí, y la responsable de este pequeño milagro musical cotidiano es la excelente cantante Begoña Bang Matu y su Orquesta Kingston. Este nuevo formato de la ex vocalista de Malarians recoge la herencia de las orquestas de baile jamaicana y combina en una sola sesión rocksteady, ska, c...

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Pero, cómo... Con la que está cayendo, ¿es posible acudir un sábado por la noche a una pequeña sala madrileña a escuchar, por el módico precio de seis euros, versiones en clave caribeña de Pata Pata, de Miriam Makeba; Close to you, de Burt Bacharach; Sunny o Summertime? Pues sí, y la responsable de este pequeño milagro musical cotidiano es la excelente cantante Begoña Bang Matu y su Orquesta Kingston. Este nuevo formato de la ex vocalista de Malarians recoge la herencia de las orquestas de baile jamaicana y combina en una sola sesión rocksteady, ska, calipso y un poco de R&B, con el muy sano objetivo de hacer bailar a la gente mientras ésta escucha grandes canciones.

Versiones extraordinarias

Begoña Bang Matu y la Orquesta Kingston

Begoña Bang-Matu (voz), Cathy Cervantes (teclados y coros), Héctor rojo (bajo), Carlos Sánchez (batería), Mario García (guitarra), Mario Díaz (teclados), Javier Rodríguez (trombón) y Marcos Monge (saxo). Sala Gruta 77. Madrid, 19 de octubre.

En el concierto del sábado pasado, en la sala Gruta 77 de Madrid, se escucharon no sólo las extraordinarias versiones citadas, sino también otras de cosecha propia y recogidas en el primer y único elepé de Bang Matu en solitario, Magia negra. Poseedora de una voz de gran calidad y con las tablas que dan diez años de actividad, Begoña supo además entretener, dar interés y dotar de vida a un repertorio bien ejecutado por una banda de acompañamiento. A ésta, compuesta por músicos españoles bastante jóvenes con marcado gusto por el jazz, sólo se le puede achacar, quizá, algo de aceleración en los tiempos escogidos para algunas canciones que tienen más posibilidades de generar clímax instrumentales y suenan mejor un poco más lentas.

En conjunto, el espectáculo ofrecido por Begoña Bang Matu y su orquesta merece calificación de notable, mereciendo, por esfuerzo y talento, figurar el próximo verano en las programaciones de festejos de cualquier pueblo con mar de la geografía española. Bueno, y del interior también.

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