Reportaje:

'Escándalo' en Estoril

Líderes democristianos europeos, sorprendidos con un espectáculo de sexo y parodias religiosas

Indignados y con cara de circunstancias, decenas de dirigentes democristianos delegados en el XV Congreso del Partido Popular Europeo (PPE) abandonaban en la madrugada de ayer el Casino de Estoril sin poder asimilar lo que acababan de ver. Invitados por el alcalde de Estoril, el conservador Antonio Capucho, habían acudido allí a cenar y, tras la comida, contemplaron en rigurosa primicia el nuevo espectáculo del casino: desnudos integrales, diversos números con chicas en top less y, como guinda, diversas y explícitas alusiones religiosas. Decenas de ellos no lo resistieron y optaron por ...

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Indignados y con cara de circunstancias, decenas de dirigentes democristianos delegados en el XV Congreso del Partido Popular Europeo (PPE) abandonaban en la madrugada de ayer el Casino de Estoril sin poder asimilar lo que acababan de ver. Invitados por el alcalde de Estoril, el conservador Antonio Capucho, habían acudido allí a cenar y, tras la comida, contemplaron en rigurosa primicia el nuevo espectáculo del casino: desnudos integrales, diversos números con chicas en top less y, como guinda, diversas y explícitas alusiones religiosas. Decenas de ellos no lo resistieron y optaron por marcharse del lugar antes de concluir el espectáculo.

Bajo el nombre de Egoísta, el casino había anunciado para la noche de ayer el inicio de un nuevo espectáculo, pero Capucho quiso agasajar a sus ilustres visitantes y logró que el local ofreciera un día antes el mismo entretenimiento a los casi 900 delegados conservadores. Los seis primeros ministros que horas antes habían intervenido en el Palacio de Congresos no acudieron, pero sí unos 200 o 300 compromisarios, entre ellos, en lugar destacado, el presidente del PPE, el belga Wilfried Martens; su secretario general, el español Antonio López Istúriz; el alemán Hans-Gert Poettering, el todopoderoso líder de los populares en el Parlamento Europeo, o el ex primer ministro belga Jean Luc Dehane, vicepresidente de la Convención sobre el Futuro de Europa.

Aparte de los clásicos números de una revista de variedades, el tono subió con el número denominado Gastronomía. Doce hombres sentados en una mesa en torno a una figura angelical, con una proyección de la cruz al fondo. 'Era una clara parodia de la Santa Cena y en ese momento, como tantos otros, decidí marcharme', cuenta Concepció Ferrer, de Unión Democrática de Catalunya (UDC). 'Todo era de mal gusto y de una pobreza increíble', añade. 'No me gustó; no me pareció adecuado', apostilla López Istúriz. También Poettering comentó ayer que no le había gustado la organización de semejante espectáculo.

Pero aún había algún otro número todavía más impactante para un político democristiano. Bajo el título de Deus, en el escenario se representó la creación del hombre y la mujer de acuerdo con la creencia cristiana. En el paraíso apareció una pareja totalmente desnuda. La mujer iba adornada con una serpiente enrollada en su cuerpo, mientras el hombre, un artista negro, no portaba ni atuendo ni adorno alguno.

Sólo seis horas antes, y en el pleno del congreso de los populares europeos, Poettering había destacado el origen cristiano de los más de 30 partidos representados en Estoril, pese a que, como recordó, los delegados son católicos, protestantes, calvinistas, luteranos, anglicanos, evangelistas...

Capucho, líder del conservador Partido Socialdemócrata (PSD) portugués y ex eurodiputado, comentó ayer a algunos delegados que él no conocía con detalle el espectáculo y que, en todo caso, sólo organizó la recepción para agasajar a los delegados.

Foto de familia de dirigentes democristianos en la cumbre de Estoril. Arriba, a la izquierda, Javier Arenas.EFE

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