Prudencia en los dividendos
El Banco de España no tiene recomendación alguna que hacer a los dos grandes bancos, el BBVA y el SCH, en su política de dividendos. El gobernador Jaime Caruana lo reveló ayer a la salida de su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso: 'Es una cuestión que tienen que decidir ellos' y 'a ellos les corresponde seguir una política prudente'.
Frente a la disposición de las dos entidades a mantener la remuneración a sus accionistas, pese el alto riesgo en Latinoamérica, Caruana explicó que su situación 'es saneada'. En ambos casos, añadió, 'se trata de bancos que tienen una ...
El Banco de España no tiene recomendación alguna que hacer a los dos grandes bancos, el BBVA y el SCH, en su política de dividendos. El gobernador Jaime Caruana lo reveló ayer a la salida de su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso: 'Es una cuestión que tienen que decidir ellos' y 'a ellos les corresponde seguir una política prudente'.
Frente a la disposición de las dos entidades a mantener la remuneración a sus accionistas, pese el alto riesgo en Latinoamérica, Caruana explicó que su situación 'es saneada'. En ambos casos, añadió, 'se trata de bancos que tienen una capacidad de generar recursos muy importantes y de gestionar sus riesgos'.
En su comparecencia, el gobernador también fue cuidadoso a la hora de calibrar los efectos de la crisis latinoamericana. Alertó sobre el elevado endeudamiento de las empresas, vinculado a compras de activos en la región, pero dijo que hay soportes suficientes. El 'margen de actuación' de estas compañías (bancos, eléctricas, telecomunicaciones) 'se está viendo afectado', aunque, en conjunto, 'la situación financiera de las empresas sigue siendo sólida y las ratios de rentabilidad elevadas'. Pero el problema latinoamericano sigue ahí, y ésta es una de las causas que explican el retraso en la recuperación de las principales economías, admitió. Añadió el desplome de las bolsas, el aumento de la incertidumbre, la aversión al riesgo de los mercados y la amenaza de guerra, con la subida del precio del crudo que ha provocado. Aunque 'lo más probable' es que la recuperación prosiga, 'los riesgos de una evolución más desfavorable no son despreciables', explicó.