El espectáculo 'El cabaret de la Capmany' homenajea a la escritora

Evitar que el tiempo entierre en el olvido la figura y la obra de la escritora barcelonesa Maria Aurèlia Capmany, de cuya muerte se cumplieron ayer 11 años. Éste es el objetivo con el que Lluís Marrasé ha concebido el espectáculo El cabaret de la Capmany, que hoy y mañana se presenta en L'Espai de la Generalitat, en Barcelona, interpretado por la ex modelo Teresa Gimpera y el músico Adrià Puntí.

Lluís Marrasé, guionista y director del espectáculo, ha producido 'un musical para aquellos a quienes no les gustan los musicales' a partir de textos y letras de canciones escritos por Ma...

Evitar que el tiempo entierre en el olvido la figura y la obra de la escritora barcelonesa Maria Aurèlia Capmany, de cuya muerte se cumplieron ayer 11 años. Éste es el objetivo con el que Lluís Marrasé ha concebido el espectáculo El cabaret de la Capmany, que hoy y mañana se presenta en L'Espai de la Generalitat, en Barcelona, interpretado por la ex modelo Teresa Gimpera y el músico Adrià Puntí.

Lluís Marrasé, guionista y director del espectáculo, ha producido 'un musical para aquellos a quienes no les gustan los musicales' a partir de textos y letras de canciones escritos por Maria Aurèlia Capmany, en el que se intenta mostrar su poliédrica vertiente creativa y sus inquietudes vitales. Teresa Gimpera y Adrià Puntí son los dos puntales del espectáculo, en cuya creación ha intervenido un extenso equipo.

'Actualmente hay mucha gente que desconoce quién fue Maria Aurèlia Capmany, y la intención es volver a situarla en el lugar que le corresponde', señala Marrasé. El cabaret de la Capmany está estructurado en dos partes, básicamente textual la primera y preeminentemente musical la segunda. Gimpera es la encargada de abrir el fuego con unos 'larguísimos monólogos' originales y la reproducción de una entrevista radiofónica concedida por la autora a Radio Barcelona.

La ex modelo, que ha evitado 'imitar' al personaje y, en su lugar, ponerse al servicio del mismo para que sea éste quien se exprese, aborda este trabajo como un gran reto. 'He hecho mucho cine y creo que es algo al alcance de cualquiera, pero el teatro es muy distinto, exige una gran responsabilidad', asegura. Por eso ha evitado largamente las tablas; la pasada temporada las probó en Ronda de mort a Sinera, de Salvador Espriu, estrenado en el Lliure, pero su papel, el de la muerte, era mudo, por lo que éste es en realidad su debut en el teatro de texto.

Gimpera se define como 'muy germánica', muy metódica, y en este trabajo se ha encontrado con una personalidad totalmente opuesta a la suya, la de Puntí. Él ha sido el responsable de actualizar musicalmente las canciones utilizadas; Capmany escribió las letras de la mayoría de estos temas y el resto los rescató, convenientemente adaptados, de la cultura. Las letras comparten una buena dosis de picante muy ligada al contexto de la transición política, y en su día fueron musicadas por La Trinca y otros autores e intérpretes. Además de esta labor previa, Puntí participa en la obra como un personaje, el de un cantautor frustrado que se gana la vida como pianista. Los bailarines-cantantes Marta Bayarri y Xavi Estrada intervienen también en el cabaret, en el que Mingo Ràfols firma la dirección de actores, Xavier Mestres la musical y Víctor Rodrigo se ha encargado de la coreografía.

El cabaret de la Capmany tuvo una primera presentación ante el público hace dos años en Tarragona. Fue en realidad un ensayo abierto, texto en mano, pero que a juicio de Marrasé sirvió como un test para rectificar ingredientes. Si el montaje no ha podido estrenarse hasta ahora se debe, en opinión del director, a la 'endogamia y el sectarismo' que, según entiende, impera en las artes escénicas catalanas, regidas por 'familias' que impiden la difusión del trabajo de 'muchos artistas con talento'.