Mejor a caballo que a pie
Lo mejor, lo más torero de la tarde, no se hizo a pie, sino a caballo. Álvaro Montes es un joven rejoneador que entiende la lidia ecuestre como un arte y torea desde la montura con clasicismo admirable. Sin estridencias, sin vender oropel. Ayer, en Algemesí, dio toda una exhibición de monta y ejecución. La suya fue una actuación casi perfecta. Si estuvo certero con los rejoncillos, en banderillas combinó clasicismo y espectacularidad, sobre todo cuando clavó al violín.
Ya no fue lo mismo la lidia a pie. La novillada de Fuente Ymbro, manejable y cumplidora en varas, permitió a Salvador V...
Lo mejor, lo más torero de la tarde, no se hizo a pie, sino a caballo. Álvaro Montes es un joven rejoneador que entiende la lidia ecuestre como un arte y torea desde la montura con clasicismo admirable. Sin estridencias, sin vender oropel. Ayer, en Algemesí, dio toda una exhibición de monta y ejecución. La suya fue una actuación casi perfecta. Si estuvo certero con los rejoncillos, en banderillas combinó clasicismo y espectacularidad, sobre todo cuando clavó al violín.
Ya no fue lo mismo la lidia a pie. La novillada de Fuente Ymbro, manejable y cumplidora en varas, permitió a Salvador Vega mostrar un toreo académico, pulcro, pero quizá demasiado rectilíneo: menos comprometido en su primero y más fajado en el otro. Manejó con solvencia el capote y pisó firme durante toda la tarde, aunque le faltó calor a sus dos faenas.
Ymbro / Montes, Vega, Galán
Novillos de Fuente Ymbro, manejables. Álvaro Montes: oreja. Salvador Vega: oreja; oreja. David Galán: saludos; palmas. Plaza de Algemesí, 28 de septiembre, 8ª de feria. Lleno.
Por su parte, David Galán buscó efectismos fáciles para llegar a la gente en el segundo y montó una faena eléctrica y meteórica al último. También buscó ventajas a la hora de matar, y no estuvo acertado con el estoque.