Reportaje:

Cervera, capital de las brujas y el fuego

40.000 personas celebraron el pasado fin de semana la 25ª edición del Aquelarre en la capital de la Segarra

La ciudad de Cervera se volvió a convertir el pasado fin de semana en la capital del esoterismo, las brujas, la magia y el fuego con la celebración del popular y tradicional Aquelarre, que reunió a unas 40.000 personas en su 25ª edición. Para celebrar el cuarto de siglo, sus organizadores han querido rendir un homenaje a la Asamblea de Joves y al resto de entidades impulsoras de una fiesta que desde su celebración inicial en el llamado carreró de les bruixes se ha convertido en un reclamo multitudinario para la capital de la Segarra.

La fiesta comenzó el pasado viernes por la no...

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La ciudad de Cervera se volvió a convertir el pasado fin de semana en la capital del esoterismo, las brujas, la magia y el fuego con la celebración del popular y tradicional Aquelarre, que reunió a unas 40.000 personas en su 25ª edición. Para celebrar el cuarto de siglo, sus organizadores han querido rendir un homenaje a la Asamblea de Joves y al resto de entidades impulsoras de una fiesta que desde su celebración inicial en el llamado carreró de les bruixes se ha convertido en un reclamo multitudinario para la capital de la Segarra.

La fiesta comenzó el pasado viernes por la noche con una actuación musical y con la encesa pirotécnica del campanario de Santa Maria en homenaje a la Cofradía de Animación La Matraca, que dio el impulso definitivo al Aquelarre en su quinta edición. El espectáculo contó con la participación de los Diables Carranquers y de los elementos históricos del bestiari creado en torno a la fiesta.

El plato fuerte llegó como siempre el sábado por la noche, con el correfoc y la invocación del Macho Cabrío por parte de brujas, diablos, dragones, gigantes disfrazados de fantasmas y monstruos, hasta 250 actores. La apoteosis de la fiesta llegó con la aparición, bien entrada la madrugada, del Mascle Cabró, que fue recibido por un conjunto de brujas y demonios, los cuales le ofrecieron un grupo de vírgenes en medio de un infernal espectáculo de fuego y pirotecnia en el que se quemaron 4.000 petardos. Los grupos teatrales Pols d'Estrelles de Girona y Palo Q sea de Barcelona, y los musicales La Salseta del Poble Sec, Narco, Alquimistes Folls y Brams, amenizaron la madrugada.

La fiesta, que acabó con una lluvia de espuma sobre el recinto, dio paso, cuando ya salía el sol, a un grupo de brujas que arrojó hierbas aromáticas con el objeto de proporcionar energía y buena suerte durante todo el año a los asistentes.

El Aquelarre también dedica un apartado muy especial a los más pequeños con el Aquelarret y con la Fira del Gran Boc, que ha reunido a unos 50 comerciantes y artesanos con productos esotéricos y mágicos.

Un momento de la fiesta de Cervera durante la madrugada de ayer.HERMÍNIA SIRVENT
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