Crónica:MÉXICO | LA LIDIA

Saavedra, sin oreja

El juez de plaza le escamoteó a Antonio Saavedra la oreja que la afición pidió por su gallarda faena a Tesoro, bravo novillo, aplaudido en el arrastre. El sevillano mostró un toreo acompasado en sus series de redondos y en las tandas de naturales. Ante el enrazado y codicioso tercero, aunque le sobró valor le faltó oficio.

Pepe Saborit desaprovechó la movilidad del que abrió plaza, aplaudido en el arrastre, pero sólo al final se quedó quieto en hondos derechazos. Como el cuarto se lastimó la mano derecha y acudía caminando, el desempeño de Saborit no agradó a la concurrencia.
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El juez de plaza le escamoteó a Antonio Saavedra la oreja que la afición pidió por su gallarda faena a Tesoro, bravo novillo, aplaudido en el arrastre. El sevillano mostró un toreo acompasado en sus series de redondos y en las tandas de naturales. Ante el enrazado y codicioso tercero, aunque le sobró valor le faltó oficio.

Pepe Saborit desaprovechó la movilidad del que abrió plaza, aplaudido en el arrastre, pero sólo al final se quedó quieto en hondos derechazos. Como el cuarto se lastimó la mano derecha y acudía caminando, el desempeño de Saborit no agradó a la concurrencia.

José Briones tampoco se enteró de la fijeza del segundo, aplaudido en el arrastre, aunque algunos pases logró templarlos. El quehacer del potosino con el noble quinto, aplaudido en el arrastre, fue muy arrebatado y sólo por momentos toreó con gusto. En resumen, novillos demasiado maduros para una terna demasiado verde.

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