La cantante quiere dedicar más tiempo al cine

Cher nunca podría hacerlo de otra forma. Alguien como esta cantante y actriz de 56 años que ha pasado a los anales de la historia de los Oscar por su atuendo más que por la película que le valió la estatuilla (Moonstruck), no podría despedirse de su público de manera furtiva, sino desplegando la mejor gala vista en años de lentejuelas, plumas, vestidos y, como recuerda la revista Variety, 'de vez en cuando, hasta canta'. Se trata de la nueva gira estadounidense de Cher, esa que esta intérprete californiana nacida bajo el nombre de Cherilyn Sarkisian La Piere ha dicho que será la ...

Cher nunca podría hacerlo de otra forma. Alguien como esta cantante y actriz de 56 años que ha pasado a los anales de la historia de los Oscar por su atuendo más que por la película que le valió la estatuilla (Moonstruck), no podría despedirse de su público de manera furtiva, sino desplegando la mejor gala vista en años de lentejuelas, plumas, vestidos y, como recuerda la revista Variety, 'de vez en cuando, hasta canta'. Se trata de la nueva gira estadounidense de Cher, esa que esta intérprete californiana nacida bajo el nombre de Cherilyn Sarkisian La Piere ha dicho que será la última de su carrera. Es una afirmación que no todos creen, por mucha publicidad que esté haciendo en el circuito de entrevistas y promociones, pero que, por si acaso, está llenando las salas hasta la bandera. Dado que se trata de Cher, su última gira también es una lección para las futuras estrellas. 'Éste es un gran espectáculo, así que... ¡Ahí queda eso!', ha afirmado desde el escenario. En cualquier caso, se trata de un concierto que ha cegado incluso a sus seguidores en Las Vegas, ciudad del neón acostumbrada a todo y parada central en esta última gira. Un total de ocho cambios completos de vestuario más unos cinco o seis ajustes de ropa acompañan los 14 temas musicales con los que cubre sus 40 años de carrera, desde All I really want to do de Bob Dylan, I still haven't found what I'm looking for de U2 o el ya histórico I got you, babe de sus años junto a Bono, cuando apenas cobraban los 2.500 dólares por actuación. Ahora, la estrella acaba de vender su mansión de Malibú por 25 millones de dólares, pero como señala su estilista, Bob Mackie, otras cosas no han cambiado. 'No es lo que se dice un vestido', comentó describiendo una de las piezas exhibidas en el concierto donde sólo la brillantina cubre su cuerpo. 'Me llevó 100 horas ensartar las lentejuelas, el mismo tiempo que me llevó hacer su modelo plateado de los setenta', agregó. Un despliegue de glamour para una despedida que le dejará a Cher más tiempo para su carrera cinematográfica, esa en la que ha demostrado su habilidad para interpretar la otra cara de su vida, la de alguien común con los pies en la tierra y ropa de la calle. Esa que le ha dado el respeto del Oscar.-