Paquillo conquista Guadix

Francisco Fernández disfruta de unos días de gloria en su pueblo natal tras conseguir el oro en el Europeo

Guadix es su talismán. El hombre que posee el récord mundial de los 20 kilómetros marcha y que acaba de coronarse como el número uno de la especialidad en el continente europeo, Francisco Fernández Peláez, no tiene reparo en desvelar que el pueblo granadino que le vio nacer hace 25 años es el secreto de su éxito. Allí le han llamado desde siempre Paquillo, y con ese mismo nombre ha pasado a la historia del atletismo mundial y es reconocido en toda España.

El apelativo cariñoso de sus familiares y amigos no ha restado en nada grandeza a este atleta accitano que pasa por el mejor momento ...

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Guadix es su talismán. El hombre que posee el récord mundial de los 20 kilómetros marcha y que acaba de coronarse como el número uno de la especialidad en el continente europeo, Francisco Fernández Peláez, no tiene reparo en desvelar que el pueblo granadino que le vio nacer hace 25 años es el secreto de su éxito. Allí le han llamado desde siempre Paquillo, y con ese mismo nombre ha pasado a la historia del atletismo mundial y es reconocido en toda España.

El apelativo cariñoso de sus familiares y amigos no ha restado en nada grandeza a este atleta accitano que pasa por el mejor momento de su carrera deportiva hasta el momento, porque se espera mucho más de él a partir de ahora. Acaba de llegar a Guadix procedente de Múnich, donde ha conseguido el oro europeo, y ya tiene en mente el Campeonato del Mundo del año que viene en París. 'Las Olimpiadas son mi gran sueño pero aún están lejos y me gusta marcarme objetivos más inmediatos'.

Los niños del pueblo han creado el club de Los Trotanoches, del que es socio de honor

En cualquier caso, el atleta tiene claro que el lugar que escogerá para sus entrenamientos de cara a la cita del año próximo es Guadix. 'Si me preparo en mi pueblo es cuando mejor me salen las cosas'. Ha llegado a esta conclusión después de concentrarse en lugares como Francia o Barcelona para afrontar otras competiciones en las que su rendimiento no ha sido el esperado. Paquillo está seguro de que el motivo por el que su tierra es el lugar idóneo para fraguar los mejores resultados deportivos es que en ella se encuentra en armonía. 'Aquí estoy a gusto y soy feliz'. No hay receta más simple.

Este deportista lleva casi 15 años recorriendo los alrededores de su pueblo con el particular ritmo de caderas que la disciplina de la marcha exige. En este municipio de 20.000 habitantes Paquillo ha dejado de ser un personaje excéntrico que pasa las horas y los días concentrado en su entrenamiento y se ha convertido en un héroe local. Los niños del pueblo quieren ser marchadores, se ha creado el club de Los Trotanoches del que es socio de honor y se organizan competiciones de alto nivel en las que el atleta puede lucirse ante sus paisanos en vivo.

Ya empezó a convencer muy joven cuando se proclamó ganador del Mundial júnior de 1996 y del Europeo sub 23 de 1997 y ganó la medalla de bronce en el Europeo absoluto de 1998. Fueron unos años de racha imparable que hacían prever lo mejor. Pero el marchador falló muy cerca de su casa. En el Mundial de Sevilla de 1999 quedó en un decepcionante 15º puesto. Hasta los que a partir de ese momento se convirtieron en escépticos tuvieron que rendirse a la evidencia de la calidad de Paquillo cuando en abril de este año consiguió la hazaña de superar el récord mundial de los 20 kilómetros marcha.

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El recibimiento que su pueblo le ofreció en aquella ocasión tan importante no tiene comparación con el que ha tenido a su llegada de Múnich con la medalla de oro en la mano. El pasado lunes hubo miles de personas aclamando a Paquillo, que pudo disfrutar de un triunfal paseo en coche de caballos por las calles de Guadix.

La retransmisión de esta última carrera por televisión, a diferencia de la de su récord mundial, animó a los accitanos a sentirse más orgullos de su deportista. Pero no a su familia más cercana. Sus padres no pudieron sentarse frente al televisor durante la hora y 18 minutos en los que Paquillo marchó por las calles de Múnich. Su padre tuvo que ir a regar al campo y su madre estaba demasiado nerviosa para ver a su hijo en directo.

El marchador está viviendo estos días en su localidad como 'un sueño', aunque justifica todo el revuelo. 'Si yo fuera una persona normal me sentiría orgulloso de cualquier deportista que llevara el nombre de Guadix por todas partes'. De hecho, su afición por la marcha llegó por el influjo de Manuel Alcalde, el que hoy es su entrenador. Este atleta, natural del anejo accitano de Paulenca, fue el héroe infantil de Paquillo porque consiguió ir a dos Olimpiadas. Quedan por descubrirse los efectos de tener a un medallista en el pueblo.

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