La apertura de la autovía Estepona-Guadiaro acaba con el principal 'punto negro' de la costa
La carretera y la prolongación de la autopista se inauguran el próximo miércoles
La imagen de cientos y desesperados conductores que soportan diariamente los atascos kilométricos que se producen entre la localidad malagueña de Estepona y la gaditana Guadiaro está próxima a desaparecer. La apertura conjunta, el próximo miércoles 31 de julio, del desdoblamiento de la carretera Nacional 340 entre ambos municipios y de la prolongación de la autopista de peaje -cinco meses antes de lo previsto- en este mismo tramo acabará con uno de los peores puntos negros de la red viaria nacional, cuya solución se reclama desde principios de los años ochenta.
Hasta ahora...
La imagen de cientos y desesperados conductores que soportan diariamente los atascos kilométricos que se producen entre la localidad malagueña de Estepona y la gaditana Guadiaro está próxima a desaparecer. La apertura conjunta, el próximo miércoles 31 de julio, del desdoblamiento de la carretera Nacional 340 entre ambos municipios y de la prolongación de la autopista de peaje -cinco meses antes de lo previsto- en este mismo tramo acabará con uno de los peores puntos negros de la red viaria nacional, cuya solución se reclama desde principios de los años ochenta.
Hasta ahora el tráfico entre Estepona y San Enrique de Guadiaro discurría por un solo carril en cada sentido. La llegada de veraneantes y el inicio de la Operación paso del Estrecho han provocado en los últimos días retenciones de hasta 20 kilómetros en una carretera por la que pasan cada día unos 25.000 automóviles. El adelanto de la inauguración de la autopista, prevista para diciembre, garantizará la fluidez del tráfico en los 22 kilómetros que separan ambos municipios, en cuyo recorrido se ha tardado en las últimas semanas entre dos y cuatro horas.
En cualquier caso, la conexión entre Málaga y Cádiz a través de una vía rápida llega con tres décadas de retraso. Su construcción se incluyó en el Primer Plan de Carreteras del Gobierno socialista de periodo 1984-1991, aunque fue la única obra que quedó pendiente. En febrero de 1997 Fomento cambió el proyecto y propuso la construcción de una autopista de peaje, que tampoco llegó a ver la luz. En septiembre de 1998, y tras las protestas de varios municipios malagueños y gaditanos, el Gobierno del PP anunció que la empresa que obtuviese la concesión de la vía acometería paralelamente el desdoblamiento de la N-340. Pero no fue hasta junio de 1999 cuando la administración central dio la explotación a Autopistas del Sol, que comenzó las obras en septiembre de 2000.
Sin embargo, el resultado del desdoblamiento no ha satisfecho a muchos: Esta carretera incluye en su trazado numerosas rotondas que hacen que la velocidad media sea de alrededor de 60 kilómetros por hora. A esto se suman las protestas de los vecinos de Manilva, que en las últimas semanas han cortado el tráfico en tres ocasiones, provocando un caos circulatorio. Se quejan de que la N-340 creará una barrera prácticamente insalvable. Reclaman a Fomento que dote a la vía de semáforos en lugar de los pasos elevados previstos.
El Ministerio se ha comprometido por escrito a encontrar una solución al conflicto, con el soterramiento de la carretera a su paso por la barriada de Sabinillas. La propuesta coincide con las demandas de los vecinos, que han cesado en sus concentraciones y permitirán que el próximo día 31 se inaugure sin problemas el desdoblamiento y la autopista, que han supuesto a Autopistas del Sol una inversión superior a los 40.000 millones de pesetas.
La conclusión de ambos proyectos no supondrá sin embargo, el fin de los graves problemas de tráfico que padece la Costa del Sol, pendiente aún de la realización de otra obra largamente reivindicada: el soterramiento de la N-340 a su paso por San Pedro Alcántara, núcleo de población dependiente de Marbella.