Turbocat dejará el dique seco

El catamarán de alta velocidad que cubre el trayecto Barcelona-Alcúdia (Mallorca)-Ciutadella- (Menorca) descansa desde hace ocho días sobre tierra. Una avería técnica, la cuarta en el último mes, obligó a la empresa Turbocat a confinar al barco ultrarrápido, que desde agosto de 2001 ofrece un servicio de traslado a Menorca en sólo tres horas y media, a un dique seco en el puerto de Barcelona.

Tan sólo por las fiestas de Sant Joan, la empresa naviera canceló 4.500 pasajes, cifra que ascenderá a unos 8.000 para el 9 de julio. La compañía estima que en esa fecha se reanudará el servicio....

El catamarán de alta velocidad que cubre el trayecto Barcelona-Alcúdia (Mallorca)-Ciutadella- (Menorca) descansa desde hace ocho días sobre tierra. Una avería técnica, la cuarta en el último mes, obligó a la empresa Turbocat a confinar al barco ultrarrápido, que desde agosto de 2001 ofrece un servicio de traslado a Menorca en sólo tres horas y media, a un dique seco en el puerto de Barcelona.

Tan sólo por las fiestas de Sant Joan, la empresa naviera canceló 4.500 pasajes, cifra que ascenderá a unos 8.000 para el 9 de julio. La compañía estima que en esa fecha se reanudará el servicio.

Mientras el catamarán esté parado, Turbocat sufrirá pérdidas de un millón de euros por la caída de la facturación y los costes de transportes alternativos para los pasajeros que habían contratado el servicio, afirmó el director general de la compañía, Cristophe Ceard.

'Ahora tenemos que recuperar la credibilidad de los clientes'

Turbocat fue la nueva línea marítima lanzada en agosto de 2001 por Naviera Universal Española, filial del grupo Hong Kong Parkview, con una inversión de 15 millones de euros. La novedad del servicio era el transbordador de 45,7 metros de eslora y una capacidad de 440 pasajeros, que llegaría en tiempo récord a las islas. Tras la desaparición de Buquebús, y con la adjudicación del contrato para unir por mar las Baleares con Barcelona, las perspectivas comerciales de la compañía eran 'espléndidas'. 'Pero nada salió como esperábamos', señaló Ceard.

Aunque en los primeros meses el catamarán funcionó con un promedio diario del 30% de su capacidad completa, en mayo pasado se detectaron anomalías en la descarga de agua que provocaron la primera cancelación. No sería la última. Las reparaciones técnicas fueron en vano y dos veces más el barco debió salir del agua sin llegar a destino. El peor 'percance' sucedió hace una semana, cuando los técnicos informaron de una fisura en el sistema de propulsión del catamarán, que lo mantendría varias semanas fuera de servicio.

Con más de 10 años en el mercado, Hong Kong Parkview jamás sufrió un incidente de esta gravedad, por lo que la dirección de la multinacional calificó de 'inaceptable' lo ocurrido con Turbocat. Sin embargo, la compañía naviera deslindó responsabilidades en el astillero inglés FBM Babcok, proveedor de este catamarán, y al que le exigirán compensaciones por las pérdidas ocasionadas.

Al margen de que se resuelvan los fallos técnicos, Turbocat está evaluando la posibilidad de compra de otro transbordador para suplir al afectado, y no descarta que, en el futuro, funcionen dos catamaranes para evitar este tipo de incidentes.

En plena temporada alta, Turbocat preveía ocupar el 80% de su capacidad en viajes a las Baleares. Y acertó. En junio, las reservas realizadas superaron incluso esa barrera. Pero miles de pasajeros se quedaron en tierra.

Las escenas de mayor tensión entre el pasaje se vieron en el muelle comercial de Ciutadella, Menorca, donde se concentraron, en los últimos días, los turistas que debían viajar por Turbocat. Con horas de retraso, debieron aceptar finalmente la oferta de la compañía naviera de trasladarlos a Barcelona mediante vuelos en Spanair o, por mar, en plazas de su competencia, Transmediterránea.

La preocupación de Turbocat es ahora 'resolver las fallas técnicas' y 'recuperar la credibilidad' de sus usuarios.