EL ENREDO

El nuevo Gobierno

1. Al parecer, José Luis Rodríguez Zapatero va a ganar las elecciones la semana que viene, y eso que hasta hace un mes no las iba a ganar en la vida. Esas cosas se dicen sobre todo en Madrid, donde, parafraseando a Eugeni d´Ors, a las ocho de la tarde, o haces un análisis político o te lo hacen. Lo de que Zapatero ganará la semana que viene era del miércoles. A partir del jueves la cosa podía cambiar. Dependía de cómo fuera la huelga: si salía bien, la victoria de Zapatero podía adelantarse al sábado por la tarde. (Tal vez cuando lean ustedes esto Zapatero ya esté en la cumbre de Sevilla susti...

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1. Al parecer, José Luis Rodríguez Zapatero va a ganar las elecciones la semana que viene, y eso que hasta hace un mes no las iba a ganar en la vida. Esas cosas se dicen sobre todo en Madrid, donde, parafraseando a Eugeni d´Ors, a las ocho de la tarde, o haces un análisis político o te lo hacen. Lo de que Zapatero ganará la semana que viene era del miércoles. A partir del jueves la cosa podía cambiar. Dependía de cómo fuera la huelga: si salía bien, la victoria de Zapatero podía adelantarse al sábado por la tarde. (Tal vez cuando lean ustedes esto Zapatero ya esté en la cumbre de Sevilla sustituyendo a Aznar). Si la huelga salía mal, volvíamos al escenario del mes pasado: Zapatero no ganará en la vida. Y el límite del bien y del mal se decidía comparando con el 14-D de 1988. Eso no es justo. Aquella huelga la hizo Nicolás Redondo contra Felipe González, que es como si la de ahora la hubiera organizado Manuel Fraga contra José María Aznar, lo que hubiera sido fenomenal para la huelga, por cierto, y para Fraga, que habría culminado su carrera política dando la vuelta al mundo en ochenta años.

Qué inquietud en el patio socialista: Zapatero, al subirse en marcha al autobús de la huelga, se estaba pasando de rojo

2. Qué inquietud en el patio socialista: Zapatero, con esto de subirse en marcha al autobús de la huelga, se estaba pasando de rojo. Me cotillearon que en el mítin de Madrid a Zapatero sólo le faltaba una túnica blanca para ser Lawrence de Arabia gritando '¡No prisoners, no prisoners!'. En fin, si ha sabido subirse al autobús en marcha, sabrá bajarse, digo yo, o ponerse en el asiento del conductor, o donde los fumadores, yo qué sé, donde más convenga. Unos le llamarán veleta, otros astuto y, cuando tenga tres o cuatro televisiones a su servicio, le llamarán carismático. El martes reunió a sus diputados: 'Tenemos que hacer más esfuerzo para estar del lado de los trabajadores'. Cualquiera podría preguntarse por qué, siendo socialistas, tienen que esforzarse tanto para estar del lado de los trabajadores, pero eso es como lo de Aznar, que lleva catorce años viajando hacia el centro. De dónde vendría.

3. Las cosas como son: al margen de la huelga, hace falta un impulso político y eso sólo se consigue con un nuevo Gobierno. Venga, unas ideas: presidente y ministro del Interior, Justicia, Exteriores, portavoz, seleccionador nacional y nuncio: José María Aznar. Vicepresidenta primera para Asuntos Morales: Ana Botella. Ministro de Fútbol en TV: Mariano Rajoy. Educación: Antonio María Rouco. Hacienda: Jaime Morey. Soberbia: Rodrigo Rato. Ministro Mediático: Jaime Mayor Oreja. Ministro Periodista Favorito: Rotatorio. Ministro del Dominó y Cinquillo con Garbanzos: Juan José Lucas. El resto de ministerios, ya por sorteo. No veo yo mucha diferencia si en Administraciones Públicas está Jesús Posada, Jaume Matas, Anna Birulés, José Luis Moreno o la rana Gustavo. Ah, y ministro de la Oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, con Jesús Caldera, por supuesto, en la subsecretaría de Supresión de Operación Triunfo. Gaspar Llamazares, ministro del Guiñol del Plus. Y así tiramos hasta 2004. Entonces ganará Zapatero y el PP no ganará en la vida. La Eurocopa será en Portugal.

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