'¿Por qué no empatamos?

'Un jugador coreano revela que Figo intentó pactar el resultado que hubiera clasificado a ambos equipos para octavos de final

Incheon, 14 de junio. Portugal pierde por 1-0 desde el minuto 26 de juego ante Corea del Sur y se aproxima inexorablemente hacia una prematura eliminación. Presa de la desesperación, con diez jugadores por la expulsión de João Pinto, los portugueses se consumen sobre el campo. Venderían su alma al diablo por salir del trance. Al mismo tiempo, en Daejon, Estados Unidos pierde por 2-0 ante Polonia. Así las cosas, Portugal se clasifica si es capaz de empatar ante Corea del Sur. Figo, tras el descanso, se acerca al número 10 coreano, Lee Young Pyo. Le comenta algo. El jugador asiático no acaba de ...

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Incheon, 14 de junio. Portugal pierde por 1-0 desde el minuto 26 de juego ante Corea del Sur y se aproxima inexorablemente hacia una prematura eliminación. Presa de la desesperación, con diez jugadores por la expulsión de João Pinto, los portugueses se consumen sobre el campo. Venderían su alma al diablo por salir del trance. Al mismo tiempo, en Daejon, Estados Unidos pierde por 2-0 ante Polonia. Así las cosas, Portugal se clasifica si es capaz de empatar ante Corea del Sur. Figo, tras el descanso, se acerca al número 10 coreano, Lee Young Pyo. Le comenta algo. El jugador asiático no acaba de entenderle. El partido continúa. Los coreanos no bajan el pistón. Se consuma la eliminación de Portugal. Young Pyo, en una conversación con los periodistas confiesa que, después, comprendió lo que quería decirle Figo con la frase 'jugar tranquilos al empate'. Así lo admitió Young Pyo, según la agencia coreana Yonhap: 'En ese momento no entendí por qué lo decía, así que sencillamente no hice caso de su comentario'.

La FIFA sancionará con dureza a João Pinto si se confirma que agredió al árbitro del Portugal-Corea
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El episodio responde a la cuestión sobre la que ayer trataba de arrojar luz Jornal do Noticias, 'la incapacidad de la selección portuguesa para negociar el empate dentro del campo'. Según el periódico lusitano, el seleccionador de Portugal, Antonio Oliveira, prohibió que se informara del Polonia-Estados Unidos al banquillo y a los jugadores que estaban en el terreno de juego. Silvino, entrenador de los porteros portugueses, rompió el secreto y Vítor Baía fue informado por los masajistas en el minuto 32 según confirmaron Petit y Paulo Bento.

La mayoría de la afición portuguesa culpa de la eliminación a Oliveira. A la llegada del seleccionador ayer a Oporto se produjo un incidente. 'Fuiste una vergüenza ¡Pide la dimisión!', gritaba uno de los aficionados a Oliveira con el rostro pegado a la ventanilla de su automóvil. El técnico bajó del vehículo para hacerle frente. El mayor de los hijos de Oliveira llegó a las manos con varios de los que insultaban a su padre en el aeropuerto. La intervención policial evitó problemas mayores. Oliveira tiene dos años más de contrato con la federación portuguesa.

La expulsión de João Pinto ha añadido sal a la herida abierta por la eliminación. El árbitro argentino Ángel Sánchez manifiesta que, tras mostrarle la tarjeta roja, el jugador le agredió. 'Me golpeó con su puño izquierdo por debajo de las costillas'. João Pinto negó ayer que hubiera agredido al colegiado. La comisión de disciplina de la FIFA tratará el caso. Aunque el incidente no ha sido recogido por la televisión, la comisión ha recabado fotografías con las que intentará apreciar las acusaciones formuladas por el árbitro. João Pinto podría ser suspendido por un periodo de hasta dos años.

En sus declaraciones, el árbitro también desveló algunos de los comentarios que le hizo Figo tras la expulsión de João Pinto. 'Me dijo', relató, 'que estaba nervioso porque habían eliminado a Argentina, también que no podía expulsar a un jugador a los 26 minutos'. Hace dos años, cuando Portugal fue eliminada de la Eurocopa por Francia, también se produjo un altercado entre los jugadores portugueses y el árbitro. A raíz del incidente Abel Xavier fue sancionado con nueve meses de inhabilitación, Nuno Gomes con siete y Paulo Bento con cinco.

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