Crónica:

El perfecto contrapié de 'speedy' González

El ciclista del Kelme gana una etapa en la que su compañero Pérez sufrió una espeluznante caída

Una lección de ciclismo clásico ejecutada por un ciclista con clase (y fuerza). 'Un ataque de 700', como lo describe su autor, el ciclista guipuzcoano (nació en Zumarraga)-alicantino Aitor González, del Kelme. Un golpe de pedal a contrapié delante de lo mejor del pelotón del Giro (Francesco Casagrande llegó segundo y Gilberto Simoni, tercero) en una llegada en ligero repecho. 'Ha salido en el momento preciso', comenta su director, José Luis Laguía. 'Cuando ha salido he visto que llegaba, estaba seguro'.

Cuando salió Aitor González del pelotón, a 700 metros de la llegada, el grupo ya lle...

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Una lección de ciclismo clásico ejecutada por un ciclista con clase (y fuerza). 'Un ataque de 700', como lo describe su autor, el ciclista guipuzcoano (nació en Zumarraga)-alicantino Aitor González, del Kelme. Un golpe de pedal a contrapié delante de lo mejor del pelotón del Giro (Francesco Casagrande llegó segundo y Gilberto Simoni, tercero) en una llegada en ligero repecho. 'Ha salido en el momento preciso', comenta su director, José Luis Laguía. 'Cuando ha salido he visto que llegaba, estaba seguro'.

Cuando salió Aitor González del pelotón, a 700 metros de la llegada, el grupo ya llevaba casi tres kilómetros de subida hacia la ciudad antigua de Orvieto, en la hermosa Umbria. Ya habían mostrado su número dos ciclistas de futuro (el potente Popovich, campeón del mundo sub 23) y el escalador Pelizzotti. Estaba el pelotón sin aire. Cuando salió era cuando había que salir. 'Pero yo, calcular, he calculado poco', dice Aitor, de 27 años, que se ganó el apodo de speedy González por su espectacular e imposible intento de victoria de etapa ante Dekker y Wauters en la etapa helada de Ponarlier el pasado Tour. Cada uno iba como podía, pero he visto que todos iban muy justos, he visto el momento y he probado. He arrancado a 700 y me ha ido bien. Yo de Italia no conozco nada, pero los auxiliares, que llegan antes a meta, ya nos habían contado que el final subía, pero que la última recta bajaba. Y además me he encontrado mejor de lo esperado'.

En las primeras pedaladas logró la ventaja definitiva. Llegó a meta con 4 segundos de ventaja y con el convencimiento de que en este Giro todavía tiene cosas que decir, empezando por la contrarreloj del próximo domingo, donde espera mejorar su actual 15ª plaza en la general.

Después será el momento de los escaladores, entre los que no estará la gran esperanza española, el asturiano Santi Pérez. El corredor del Kelme sufrió una espeluznante caída en el kilómetro 10 junto a Gálvez y Calvente. Se partió la cara contra el asfalto y permaneció 10 minutos en el suelo, desorientado pero consciente, la sangre manando abundantemente de una herida en la ceja. Fue trasladado al hospital de Lucca, donde una TAC determinó que no sufría lesión ni traumatismo craneal. Ayer seguía en observación.

Aitor González, exultante, cruza la meta en Orvieto.ASSOCIATED PRESS

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