Versiones ejemplares

En el ciclo Liceo de Cámara, que promueve la Fundación Caja Madrid, la producción integral de cámara brahmsiana ha tenido este curso intérpretes excepcionales. Por ejemplo, la clarinetista Sabine Meyer (Crailsheim, 1959) o la pianista Elisabeth Leonskaia (Tbilissi, 1945) que, junto al Cuarteto de Tokio, nos han deparado jornadas de altísima música centradas en Brahms, aireadas por la contemporaneidad de las primeras audiciones del japonés Hikaru Hayashi (Tokio, 1931) y de la americana Joan Tower (1938). El primero evidenció en su Intermedio para cuarteto de arcos traza muy segura...

En el ciclo Liceo de Cámara, que promueve la Fundación Caja Madrid, la producción integral de cámara brahmsiana ha tenido este curso intérpretes excepcionales. Por ejemplo, la clarinetista Sabine Meyer (Crailsheim, 1959) o la pianista Elisabeth Leonskaia (Tbilissi, 1945) que, junto al Cuarteto de Tokio, nos han deparado jornadas de altísima música centradas en Brahms, aireadas por la contemporaneidad de las primeras audiciones del japonés Hikaru Hayashi (Tokio, 1931) y de la americana Joan Tower (1938). El primero evidenció en su Intermedio para cuarteto de arcos traza muy segura, aliento lírico y delectación sonora. Fue un puente bien construido desde hoy para unir las puras aguas del Cuarteto en si bemol, op. 67 y el conturbante, a fuerza de triste serenidad, Quinteto en si menor, con clarinete, op. 115, del genial hamburgués. El sonido de la Meyer, su aire quieto, su respiración, dominaron el quehacer del estupendo cuarteto hasta convertir la versión en algo inolvidable.

Sucedió algo muy parecido en la suma de los de Tokio y el piano de Leonskaia en el Quinteto, op. 34. Leonskaia ha ejercido su potencia, tanto desde la unicidad de su virtuosismo personal, cuanto en la música de cámara. A los de Tokio los avala una trayectoria de más de 40 años. De la aventura persisten todavía Isomura e Ikeda al lado del primer violín, Mikhail Kopelman, y del violonchelista Clive Greensmith. Interminables ovaciones subrayaron la ejemplar labor, tanto en Brahms como en la música actual de la que tuvimos otro estreno, In memory, de la americana Joan Tower.