LAS PASTILLAS DE CARMINA ORDÓÑEZ

Ya lo había anunciado. Todo el mundo sabía, bueno, la gente que lee las revistas del corazón, que a Carmina Ordóñez le costaba conciliar el sueño. Hace poco lo confesó. Ahora se ha internado para curarse su adicción a los somníferos. Y por supuesto, manda un comunicado en el que dice que se interna en una clínica para tratarse de su adicción y de su desequilibrio físico y psicológico. ¡Qué detalle que nos informe! Un amigo suyo en una revista dice que se tomaba entre 25 y 30 pastillas diarias. Imagínese qué bolso debería llevar y qué trajín: que si para dormir, que si para despertarse, ...

Ya lo había anunciado. Todo el mundo sabía, bueno, la gente que lee las revistas del corazón, que a Carmina Ordóñez le costaba conciliar el sueño. Hace poco lo confesó. Ahora se ha internado para curarse su adicción a los somníferos. Y por supuesto, manda un comunicado en el que dice que se interna en una clínica para tratarse de su adicción y de su desequilibrio físico y psicológico. ¡Qué detalle que nos informe! Un amigo suyo en una revista dice que se tomaba entre 25 y 30 pastillas diarias. Imagínese qué bolso debería llevar y qué trajín: que si para dormir, que si para despertarse, que si ahora me quiero tranquilizar; ¡uy!, que tengo una cena está noche y no sé qué ponerme, qué nervios, me voy a tomar la de los actos sociales, y así hasta 30. Que estrés es esto de la adicción. En fin, en breve sabremos cómo se recupera Carmina. Sus hijos están al pie del cañón y eso siempre ayuda, aunque alguien comenta en otra revista que el problema es que Carmen está sola físicamente y eso no ayuda. No se sabe muy bien lo que quiere decir, pero ahí queda la información. Mientras, en la Feria de Abril, los famosos se visten de faralaes y se lanzan por sevillanas. Están los de siempre (menos Carmina Ordóñez, por supuesto): Eugenia Martínez de Irujo, su hermano Cayetano y sus mellizos, que se pasean en calesa; Isabel Gemio, Rociíto, que, por cierto, cumple 25 años (cómo pasa el tiempo); Vicky Berrocal, etc. Hay cosas que no cambian nunca.