Los amores tardíos, vistos por el gallego Castelao
El escritor gallego Alfonso Rodríguez Castelao escribió y estrenó hace 61 años en el teatro Mayo, de Buenos Aires, una historia de amores tardíos, Los viejos no deben enamorarse. Esta pieza llega ahora, traducida al castellano por primera vez, al Centro Cultural de la Villa, en la versión de Xesús Alonso Montero.
Tres ancianos se deshacen de la sombra alargada de la soledad por medio de un amor último. Y comprueban en carne propia las consecuencias fatales que tiene un sentimiento desbocado en un corazón a medio gas: la muerte. Las describe el director de esta coproducción del Ce...
El escritor gallego Alfonso Rodríguez Castelao escribió y estrenó hace 61 años en el teatro Mayo, de Buenos Aires, una historia de amores tardíos, Los viejos no deben enamorarse. Esta pieza llega ahora, traducida al castellano por primera vez, al Centro Cultural de la Villa, en la versión de Xesús Alonso Montero.
Tres ancianos se deshacen de la sombra alargada de la soledad por medio de un amor último. Y comprueban en carne propia las consecuencias fatales que tiene un sentimiento desbocado en un corazón a medio gas: la muerte. Las describe el director de esta coproducción del Centro Dramático Nacional, el Cultural de la Villa y el Centro Dramático Gallego, Manuel Guede Oliva: 'El boticario don Saturio se suicida con solimán de su propia botica por despecho de su enamorada; el hidalgo don Ramón expira cubierto de estiércol por un beso de Micaela, y el rico heredero señor Fuco muere de felicidad tras casarse con la lozana Pimpinela'.
Os vellos non deben de namorarse fue la única obra teatral en la biografía de un escritor que murió hace 52 años exiliado en Argentina. Aquella lejanía física de su Rianxo natal (A Coruña) no apagó ni un ápice, sin embargo, el amor eterno que le prometió a Galicia. 'Dibujé siempre en gallego, escribí siempre en gallego y, si quitarais lo que hay de gallego y de humano en mi obra, no quedaría nada de ella', dijo Castelao, según recuerda ahora el director de este montaje para el Centro Cultural de la Villa. El escritor aplicó a su obra aquella labor de escenógrafo que tanto elogiara otro gallego universal, Ramón María del Valle-Inclán. 'Castelao pintó los decorados, diseñó los trajes, creó las caretas con las que actúan todos los personajes, escogió las músicas y los bailes e inventó la luminotecnia', alaba Guede Oliva.
Los viejos no deben enamorarse. Centro Cultural de la Villa (plaza de Colón, s/n). Hasta el 9 de junio. De miércoles a viernes, 20.30; sábados, 19.00 y 22.30, y domingos, 17.00 y 20.00. Precio: 17 euros y 10 euros (miércoles y domingos).