Jasikevicius resucita al Barça

Simplemente genial. No cabe otro calificativo para resumir la actuación de Sarunas Jasikevicius ayer ante el Pamesa. Cuando el Barça estaba contra las cuerdas, inmerso ya en el último periodo, el base lituano tomó, como gusta y acostumbra, las riendas y, en una serie de lanzamientos implecables, rescató a los azulgrana del pozo en el que estaban sumidos para acabar levantando el encuentro (88-85). Atónito, el Pamesa no pudo más que claudicar con la mayor dignidad.

Los primeros veinte minutos habían sido un festival de baloncesto en el que el Pamesa se erigió en el gran animador. Los val...

Simplemente genial. No cabe otro calificativo para resumir la actuación de Sarunas Jasikevicius ayer ante el Pamesa. Cuando el Barça estaba contra las cuerdas, inmerso ya en el último periodo, el base lituano tomó, como gusta y acostumbra, las riendas y, en una serie de lanzamientos implecables, rescató a los azulgrana del pozo en el que estaban sumidos para acabar levantando el encuentro (88-85). Atónito, el Pamesa no pudo más que claudicar con la mayor dignidad.

Los primeros veinte minutos habían sido un festival de baloncesto en el que el Pamesa se erigió en el gran animador. Los valencianos, guiados por un espléndido Rodilla y acertados como pocas veces en el Palau, firmaron unas estadísticas que había que mirar dos veces para creerlas. Se rozaba el descanso cuando los de Luis Casimiro fallaron su primer triple. Hasta entonces, no sólo habían anotado sus cinco intentos desde la línea de tres, sino más de un 80% de sus lanzamientos de campo. De ese modo, el Pamesa neutralizó el arreón inicial del Barça, que también desde la línea de 6,25 había hecho soñar con un encuentro plácido. Su defensa, sin embargo, flojeó y los valencianos se lanzaron a la yugular (47-52 al descanso).

Y así fue hasta que Jasikevicius decidió tomar el mando del encuentro. Restaban seis minutos para la conclusión cuando el lituano, recurriendo a su carácter tremendamente ganador, coló dos triples consecutivos que situaron al Barça a una distancia más que amenazante (73-72). Rentzias se sumó entonces al festival de triples y Luengo, en un intento de morir matando, le replicó (82-83). Jasikevicius hizo oídos sordos al mensaje. Tomó la bola y, en una entrada con cierta dosis de temeridad, recuperó el mando en el marcador. El Pamesa ya no supo reaccionar. Dos tiros libres del lituano tras una falta de Hopkins borraron la amenaza de la prórroga y sellaron el liderato azulgrana.