La excepción cultural
Francia inició el debate a partir de los años noventa: proclamó que la cultura no es un producto comercial y que, de considerarla así, peligraba la identidad cultural de las naciones europeas, el derecho de cada pueblo a su propia cultura, la libertad de crear y elegir sus propias imágenes, amenazadas por el control estadounidense de la industria audiovisual y sus circuitos de comercialización.
¿Son los bienes culturales, y especialmente el cine por ser más comercial,una categoría distinta a otros artículos y, por ello, deben recibir un tratamiento específico?...
Francia inició el debate a partir de los años noventa: proclamó que la cultura no es un producto comercial y que, de considerarla así, peligraba la identidad cultural de las naciones europeas, el derecho de cada pueblo a su propia cultura, la libertad de crear y elegir sus propias imágenes, amenazadas por el control estadounidense de la industria audiovisual y sus circuitos de comercialización.
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