Karpin zanja otro suplicio

Un fogonazo de Karpin a 13 minutos del final le sacó al Celta las castañas del fuego. Estaba más cerca la UD Las Palmas del gol de la victoria y los silbidos de la grada comenzaban a acariciar los oídos del ruso, que, de repente, enganchó una volea con toda la rabia que le producen las críticas y puso punto final a otro suplicio en Balaídos.

Al Celta ya no le basta con Mostovoi. Hoy por hoy, entre lesionados y futbolistas en horas bajas, el de Vigo es un equipo menor, en el que sólo Sylvinho parece dar la talla del zar. Como siete días atrás en Valladolid, el ruso metió a su equipo en l...

Un fogonazo de Karpin a 13 minutos del final le sacó al Celta las castañas del fuego. Estaba más cerca la UD Las Palmas del gol de la victoria y los silbidos de la grada comenzaban a acariciar los oídos del ruso, que, de repente, enganchó una volea con toda la rabia que le producen las críticas y puso punto final a otro suplicio en Balaídos.

Al Celta ya no le basta con Mostovoi. Hoy por hoy, entre lesionados y futbolistas en horas bajas, el de Vigo es un equipo menor, en el que sólo Sylvinho parece dar la talla del zar. Como siete días atrás en Valladolid, el ruso metió a su equipo en la senda correcta con un gol y una asistencia. Pero nadie le secunda y por perder hasta el oficio ha perdido el Celta, que se dejó empatar por la vía de su fútbol ingenuo.

Incapaz de retener la pelota y mucho menos de aprovechar la abierta defensa de un rival que se lanzaba por un resultado mejor, llegaron en 15 minutos los dos goles de Las Palmas. Nadie en Balaídos apostaba por su equipo, y menos por Karpin, pero éste ajustó su cuenta con la grada con un gol sencillamente sensacional.