Necrológica:NECROLÓGICAS

Marion Dönhoff, editora de 'Die Zeit'

Como un 'símbolo de la Alemania decente' la definió alguna vez Helmut Schmidt, el ex canciller socialdemócrata que desde hace algunos años compartía con ella la presidencia de Die Zeit, el periódico semanal que, con casi 440.000 ejemplares de tirada, sigue siendo una especie de bastión de la Alemania liberal. Era ésta una caracterización simple, casi minimalista para una historia de vida extremadamente rica.

Hija de una vieja estirpe de la nobleza prusiana, Marion Dönhoff nació en 1909, cerca de Kaliningrado. Comenzó a abrirse al mundo en los años veinte y treinta, primero en Ber...

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Como un 'símbolo de la Alemania decente' la definió alguna vez Helmut Schmidt, el ex canciller socialdemócrata que desde hace algunos años compartía con ella la presidencia de Die Zeit, el periódico semanal que, con casi 440.000 ejemplares de tirada, sigue siendo una especie de bastión de la Alemania liberal. Era ésta una caracterización simple, casi minimalista para una historia de vida extremadamente rica.

Hija de una vieja estirpe de la nobleza prusiana, Marion Dönhoff nació en 1909, cerca de Kaliningrado. Comenzó a abrirse al mundo en los años veinte y treinta, primero en Berlín y luego en Francfort, donde, algo inusual para una chica en aquellos años, estudió economía. Desde muy joven enarboló los valores humanistas: ya en 1933, cuando los nazis acababan de hacerse con el poder, se opuso públicamente a la dictadura. Tuvo que proseguir sus estudios en Basilea (Suiza) y, tras largos viajes, tan sólo en 1937 regresó a Prusia oriental. Allí no se limitó a administrar las haciendas de su familia, sino que mantuvo contacto con la oposición al régimen. Marion Dönhoff formó parte del grupo de conspiradores que atentó el 20 de julio de 1944 contra Adolf Hitler. La temida SS, que alcanzó a interrogarla, sólo de milagro no se dio cuenta de ello: el hecho de haberse salvado del pelotón de fusilamiento por el resto de sus días la hizo sentir como una superviviente. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, al igual que millones de compatriotas, la condesa Dönhoff tuvo que huir de Prusia oriental, y en 1946 comenzó a trabajar en el recién fundado Die Zeit.

Analista brillante y rigurosa, poco a poco fue escalando posiciones hasta llegar a la dirección del semanario en 1968, a tiempo para acompañar e impulsar desde esta influyente posición la ostpolitik de Willy Brandt: la búsqueda, en plena guerra fría, de un entendimiento con los países del bloque soviético y el reconocimiento de las modificaciones territoriales impuestas por la Segunda Guerra Mundial, como la línea Oder-Neisse, que separa a Alemania de Polonia. Presidenta de Die Zeit desde 1972, la condesa hasta hace muy poco seguía tomando la pluma para opinar en los editoriales de primera página -por ejemplo, a favor de ponerle 'riendas' a un 'capitalismo desenfrenado'- y para relatar en varios libros su propia historia y la de Prusia oriental. 'Como ella, nadie ha mantenido y transmitido el legado de la resistencia y el recuerdo de los territorios perdidos en el Este', escribió en 1999 el periodista Hermann Rudolph. Tras larga enfermedad, la condesa Marion Dönhoff falleció el domingo por la noche, a los 92 años.

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