Museo rodante
Un centenar de coches antiguos, procedentes de toda Europa, participaron ayer en el tradicional Rallye Internacional Barcelona-Sitges, un auténtico museo rodante. A la vistosidad de las máquinas, todas construidas antes de 1924, se unió la de sus ocupantes, a quienes se exige vestir prendas de época. Tras un recorrido urbano por Barcelona, la caravana llegó a Sitges a mediodía, donde los veteranos coches provocaron reacciones de admiración entre los asombrados paseantes....
Un centenar de coches antiguos, procedentes de toda Europa, participaron ayer en el tradicional Rallye Internacional Barcelona-Sitges, un auténtico museo rodante. A la vistosidad de las máquinas, todas construidas antes de 1924, se unió la de sus ocupantes, a quienes se exige vestir prendas de época. Tras un recorrido urbano por Barcelona, la caravana llegó a Sitges a mediodía, donde los veteranos coches provocaron reacciones de admiración entre los asombrados paseantes.