Crítica:CLÁSICA

Dos ciclos con protagonistas españoles

En el ciclo de la Sinfónica de Madrid para la Comunidad, el director José de Eusebio (Madrid, 1966) lleva adelante su carrera sin ceder a un repertorio de inquietudes básicas. Entre ellas, la atención a la música española, en esta ocasión a Zulema de la Cruz (Madrid, 1958), uno de nuestros mejores compositores actuales. Otro luchador pacífico por nuestra música, Guillermo González, protagonizó la parte solista del Concierto para piano y orquesta, Atlántico, escrito por encargo del Festival de Canarias.

Por mi parte, cambié la sala grande para asistir en la pequeña al comienzo del...

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En el ciclo de la Sinfónica de Madrid para la Comunidad, el director José de Eusebio (Madrid, 1966) lleva adelante su carrera sin ceder a un repertorio de inquietudes básicas. Entre ellas, la atención a la música española, en esta ocasión a Zulema de la Cruz (Madrid, 1958), uno de nuestros mejores compositores actuales. Otro luchador pacífico por nuestra música, Guillermo González, protagonizó la parte solista del Concierto para piano y orquesta, Atlántico, escrito por encargo del Festival de Canarias.

Por mi parte, cambié la sala grande para asistir en la pequeña al comienzo del ciclo Los nuevos solistas, de las Juventudes Musicales de Madrid y la Fundación Albéniz. No quedé defraudado, ni mucho menos, ya que la violinista de Irún Irene Echeveste, en dúo con la pianista de Andoain Amaya Zipitria, nos dieron versiones de gran belleza, buen estilo y expresividad incisiva de la Sonata en mi bemol, opus 18, de Richard Strauss, estrenada en 1888 cuando el compositor contaba 24 años.

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