Rabo protestado

Por una faena valiente y variada, a El Juli le regalaron el rabo número 113 en la historia del coso del bravo Rey de Oro de Reyes Huerta, que mereció arrastre lento. Aprovechó la nobleza y el extraordinario son del adversario en su toreo por naturales y derechazos. En el séptimo, con temeridad, le sacó limpios pases.

Al dócil primero, Zotoluco lo lanceó con tersura y le ejecutó una riñonuda faena. Al peligroso quinto lo bregó y lo lidió con habilidad.

Enrique Ponce, como no pudo hacer nada con el segundo y el sexto, regaló el sobrero. A éste, a base de tenacidad, el valenc...

Por una faena valiente y variada, a El Juli le regalaron el rabo número 113 en la historia del coso del bravo Rey de Oro de Reyes Huerta, que mereció arrastre lento. Aprovechó la nobleza y el extraordinario son del adversario en su toreo por naturales y derechazos. En el séptimo, con temeridad, le sacó limpios pases.

Al dócil primero, Zotoluco lo lanceó con tersura y le ejecutó una riñonuda faena. Al peligroso quinto lo bregó y lo lidió con habilidad.

Enrique Ponce, como no pudo hacer nada con el segundo y el sexto, regaló el sobrero. A éste, a base de tenacidad, el valenciano le enseñó a embestir.

Leopoldo Casasola capoteó elegantemente al cuarto y le realizó una templada y honda faena. Con el peligroso octavo, Casasola dio muestra de sus adelantos como lidiador.

El Juli, con unas copas de más para festejar su triunfo, montó en los leones de mármol que adornan la columna de la Independencia y escandalizó junto con algunos amigos. La policía le detuvo y se lo llevó a una comisaría, donde fue amonestado y multado.