Reportaje:Modestos con historia

El equipo artificial

El Ciudad de Murcia, sin campo ni afición, ha echado de la Copa a dos 'primeras'

La historia del Ciudad de Murcia es breve. Tan breve que sólo abarca dos años: 730 días, más o menos. El club de la Segunda División B que ha eliminado al Sevilla y el Málaga de la Copa del Rey se fundó en 1999. El mago que extrajo un equipo de fútbol de una chistera en la que aparentemente no había nada fue Enrique Pina, de profesión representante de jugadores. Pina, que agota los últimos años de la treintena, ejerce como director general, como entrenador no oficial y como agente de la mayoría del plantel. El presidente es algo así como su padre: 'Es una empresa singular, lo reconozco. Pero n...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La historia del Ciudad de Murcia es breve. Tan breve que sólo abarca dos años: 730 días, más o menos. El club de la Segunda División B que ha eliminado al Sevilla y el Málaga de la Copa del Rey se fundó en 1999. El mago que extrajo un equipo de fútbol de una chistera en la que aparentemente no había nada fue Enrique Pina, de profesión representante de jugadores. Pina, que agota los últimos años de la treintena, ejerce como director general, como entrenador no oficial y como agente de la mayoría del plantel. El presidente es algo así como su padre: 'Es una empresa singular, lo reconozco. Pero nos apeteció montar un club a un grupo de amiguetes de Murcia y aquí estamos'.

Ahí están, desde la categoría de la Regional Preferente en la que debutó el club hasta la Segunda B. De no participar en la Copa, a eliminar a dos equipos de Primera de forma consecutiva. De contar con un presupuesto de 12 millones de pesetas, a manejar una cifra próxima a los 180. De contar con 300 socios a reunir 1.700.

Más información

'La verdad es que afición, lo que se dice afición, no tenemos. Son todos amigos de Pina', confiesa con una risilla el portero, Iñaki. Él fue uno de los héroes de la eliminación del Málaga el jueves pasado. Paró dos penaltis y anotó uno en la tanda decisoria. A Iñaki le lleva los asuntos económicos, cómo no, Pina. De toda la vida. 'Hombre, es un poco extraño negociar con tu propio intermediario, que, a la vez, es tu presidente'. Un lío que, sin embargo, no parece preocuparle: 'Somos amigos'.

Iñaki no es el único jugador del Ciudad de Murcia al que representa Pina. Lo mismo le ocurre al delantero argentino Rolando Zárate, aquél que en su día jugó en el Madrid y que se especializó en marcar goles decisivos. De hecho, se comenta que el representante creó el club para promocionar a los futbolistas que lleva en su cartera, para utilizarlo de escaparate. Él lo niega. 'Yo me traigo a gente a la que llevo sus asuntos porque me gustan como futbolistas. El club me cuesta dinero.'

Pero Pina no siempre se dedicó a construir castillos de la nada. Este representante fue el descubridor del cántabro Hleguera, del Madrid, y fue socio durante algún tiempo de Paulo Futre. También jugó al fútbol en categorías inferiores y en el primer año de andadura del Ciudad de Murcia, en el que quedó campeón de la Regional Preferente, fue jugador del equipo. Un hombre orquesta que ha tocado todos los palos. El técnico del cuadro se supone que es Alfonso Guzmán. Pero sólo se supone, porque Pina es, en realidad, quien dirige los entrenamientos y decide las alineaciones a pesar de no tener el título. Durante los partidos se sienta en el banquillo; en teoría, como delegado del equipo. Esta pasión por ocupar todas las responsabilidades le ha acarreado algún disgusto y el colectivo de preparadores murcianos ya ha denunciado su caso en alguna ocasión.

Las peculiaridades del Ciudad de Murcia no se quedan ahí. Es el club que más jugadores ha exportado esta temporada a la Primera División italiana. Tres jóvenes que militaron en su plantilla en la pasada juegan hoy en el Udinese: Cordero, Bernal y Esteban.

Sin tener que marcharse tan lejos, lo cierto es que el Ciudad de Murcia se tiene que desplazar a Molina de Segura, un pueblo cercano a la capital, a unos 12 kilómetros, para disputar sus partidos. El Real Murcia no quiere compartir La Condomina con su nuevo rival, con ese extraño equipo casi artificial, sin afición ni campo, que, sin embargo, es capaz de tumbar a dos primeras en dos golpes consecutivos.

Contreras se interpone en el avance del malaguista Juanma en el partido copero de la pasada semana.EFE

Archivado En